A medida que nos preparamos para despedir el año 2023, es importante agradecer y reflexionar sobre las lecciones que nos ha dejado y cómo podemos aplicarlas en el próximo año.
Una de las enseñanzas más valiosas que podemos llevar con nosotros es la Oración de la Serenidad, que dice: “Dios concédenos la serenidad para aceptar todo lo que no podemos cambiar, valor para cambiar lo que podemos y la sabiduría para reconocer la diferencia”
La serenidad es un estado de paz interior que nos permite mantener la calma ante situaciones difíciles y buscar alternativas posibles. En tiempos de incertidumbre, como los que hemos vivido recientemente, la serenidad es fundamental para aliviar el estrés, la ansiedad y los miedos, con lo que podemos apoyar a otros.
Es un proceso de autoconocimiento y autocontrol que todos podemos alcanzar. Aunque no siempre es fácil, es necesario en nuestro diario vivir.
La Oración de la Serenidad nos ayuda a reconocer que es Dios quien tiene el control y guía nuestros pasos. Aunque su origen es incierto, se cree que fue escrita en 1932 por el doctor Reinhold Niebuhr.
Esta oración ha sido útil para muchas personas, no solo para aquellos en grupos de recuperación, sino también para cualquier individuo que busca la paz, la tranquilidad en su vida.
En el contexto actual, en el que muchos de nosotros hemos enfrentado situaciones difíciles como la pérdida de empleos o seres queridos, esta oración adquiere un significado especial. Nos recuerda que, aunque no siempre podemos cambiar las circunstancias externas, sí podemos elegir nuestra actitud y enfoque interno. Los problemas siempre existirán, pero es nuestra elección cómo los vivimos y enfrentamos.
Además, nos recuerda la importancia de confiar en Dios durante los tiempos difíciles, Dios es nuestra fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en Él se refugian.
Siempre he pensado que cada nuevo amanecer es una nueva oportunidad, que no hay que esperar los nuevos años para recomenzar, así que esto lo podemos iniciar y reiniciara con cada nuevo día.
Es por ello que, en estas fechas en las que iniciamos con fe y esperanza el 2024, mi regalo para todos ustedes es esta edificante oración. Confío en que puede ser una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos de la vida con serenidad, valor y sabiduría. Recordemos que esto fue lo que el rey Salomón pidió a Dios, y nunca pero nunca olvide dar gracias por todo y en todo momento.
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