El pasado 7 de febrero se cumplieron dos años del fallecimiento de Pedro Racancoj, un personaje de Xela conocido por varias generaciones como Pedro “Tirapiedras”.
José Cancinos/laprensadeoccidente.com.gt
Pocas personas saben que cuatro años antes de su muerte el destacado escultor quetzalteco Eduardo Sac propuso a la administración del alcalde Luis Grijalva la elaboración de un monumento de Pedro “Tirapiedras” como parte de la historia de Xela.
Sac, muy motivado elaboró una maqueta en plasticina como parte de proyecto del personaje y lo presentó en una de las reuniones del Concejo Municipal de ese entonces, sin imaginar el revés que recibiría. “Quién es él, ¿por qué?, es una vergüenza para Quetzaltenango”, fue la respuesta del concejo, recordó el artista, “No aceptaron”, reiteró.
La carga del proyecto no iba a ser responsabilidad total de la comuna, sino que solamente el costo de los materiales y los permisos, mientras el escultor Sac se encargaría de la mano de obra a manera de contribución con la cultura.
Un buen modelo
Las razones que llevaron a Sac a proponer el proyecto de la escultura de Pedro “Tirapiedras”, según el escultor, uno de los principios del arte es dejar registrado para la historia el modo de vida de los pueblos, lo que implica, que no solo se deben construir imágenes de intelectuales, políticos o empresarios en monumentos como parte de la historia. “La sociedad vive en un sistema capitalista, existen diferentes clases sociales. Para mí, Pedro “Tirapiedras” es parte de la ciudad en primer lugar y como ser humano vale igual que otra persona, por lo que no podemos menospreciarlo”, razonó el artista.
Otro motivo que provocó que el escultor quetzalteco propusiera a este personaje, es porque brindaba más posibilidades por haber sido muy natural, espontáneo y eso era el mensaje, “captar la estética del recordado personaje con su naturaleza propia, el movimiento de su ropa, su abrigo que siempre era característico de él, daba mucho movimiento estético”, dice Sac.
“El arte debe quedar registrado para la historia el modo de vida de los pueblos, no podemos ignorar algunas cosas que aunque no nos gustaría, las generaciones futuras tienen derecho de conocer el antagonismo social que vivimos”, sentenció.
El anhelo del maestro era exponer su obra en la esquina de la 4ª calle y 12 avenida, zona 1, Centro Histórico, donde Pedro “Tirapiedras” se ubicaba para pedir ayuda.
“Les puse en claro cuál era el objetivo del arte, por lo que asignaron un espacio muy insignificante y escondido por la calle Rodolfo Robles, lo cual no me pareció y pedí la rotonda de la 19 avenida, siempre en la Rodolfo Robles y me dijeron que no porque había una escultura”, recordó.
El escultor está consciente que el proyecto de Pedro “Tirapiedras” es controversia social, aún así, la propuesta y la maqueta continúa para esta administración y en sus planes guarda la esperanza que alguien se interese.