La banda originaria de Quetzaltenango presenta su primer EP. Una propuesta de pop electrónico, jazz y rock, ambiciosamente delicioso, lleno de color, historias e imágenes que invitan a pensar que la música también es un medio visual. Una cuidadísima producción que expone una de las propuestas más prometedoras de la escena musical de la región.
A Glass Collective le bastan menos de 17 minutos para mostrar, como un enorme faro en la oscuridad postpademia, su propuesta musical; una ruta hacia un puerto espacial lleno de energía, movimiento y positivismo.
1000 años luz, primer EP de la banda, cuya grabación fue ganada a pulso en el Tigo Sounds del 2021, después de una serie de presentaciones impecables. Ahí Glass Collective, no solo lució su muy fino pop electrónico, sino su presencia escénica, sus colores y su energía pura, para no dejar dudas en los oídos y las mentes del público y los jueces.
Este primer EP es otro hito de un intenso proceso de búsqueda de identidad musical por parte de la banda; y es, además, la evidencia tangible de una insaciable sed de experimentación y autodescubrimiento.
100 años luz está repleto de música ingeniosa y accesible, además de divertida, con imágenes vívidas que invitan al movimiento: “moviendo las manos / el cuerpo girando / hasta que amanezca / mi mente volando / todo está muy bien” dice la letra de “Lentes de color”, una canción en la que, por cierto, participa el fantástico guitarrista Paul Jackson Jr., quien ha tocado en materiales de artistas contemporáneos como The Weeknd, pero también en los discos más emblemáticos de leyendas del pop como Michael Jackson.
Este nuevo EP fue producido por el ganador del premio Grammy, KC Porter (Santana, Bon Jovi, Celine Dion, Selena, Luis Miguel), y el ingeniero de sonido, Javi Valdeavellano (Panteón Rococó, Gian Marco, Pepe Aguilar). Fue grabado en cuatro estudios entre la ciudad de Guatemala, Quetzaltenango y Los Ángeles en Estados Unidos.
La banda configuró este material a partir del pop electrónico, el funk y rumores de jazz y rock, con letras cargadas de imágenes y colores, en las que cada frase cuenta una microhistoria con infinitas posibilidades de desenlace: “le tiene miedo al fuego / me dejas velas en el suelo / y corro hacia tí con estos labios carmesí”, canta Daniela Barrios, con cadencia y gracia, en la canción, “Ducha”.
Este es un disco para disfrutar, para iluminar con luces y sonidos la oscuridad y apatía cotidiana: “materia cósmica celeste / oscuridad y luz”, dice la letra de “Gravedad”, la canción con la que Glass Collective revela su esencia y los motivos que rondaron toda la producción: que van desde lo espacial y místico, hasta lo contemporáneo y cotidiano como el multiverso de la vida digital, las fotografías, los bailes y los teléfonos inteligentes, tal como se escucha en “Neptuno”: “en el espejo me gusta bailar / en el reflejo me gusta cantar / cuando tú no estás vibra mi teléfono / tanta luz en medio de la oscuridad / en las estrellas me hallarás”.
Con el lanzamiento de 1000 años luz se expone la enorme creatividad y el talento de uno de los grupos de artistas que más prometen en Guatemala.