Una ceremonia religiosa masiva se realizó en los alrededores de la Catedral del Espíritu Santo de la ciudad de Quetzaltenango, el sábado, para conmemorar los quinientos años de evangelización en el país.
José Cancinos/laprensadeoccidente.com.gt
La Conferencia Episcopal de Guatemala, por medio de Carlos Ibáñez, párroco de San Cristóbal, Totonicapán, informó que estiman que asistieron a la eucaristía unos 5 mil feligreses de las parroquias de la Arquidiócesis Metropolitana de Los Altos, Quetzaltenango.
“Estamos celebrando los 500 años del inicio de la evangelización en Guatemala, los 500 años de la celebración de la primera eucaristía, los 500 años de la presencia ininterrumpida de Jesús Eucaristía en nuestras parroquias”, dijo Mario Molina, arzobispo de la Arquidiócesis de Los Altos, quien presidió la misa.
El Congreso Eucarístico Nacional por los 500 años de la presencia de Cristo eucarístico en Guatemala se celebró desde marzo pero los días culminantes fueron del 10 al 14 de julio.
Indicó que varias actividades marcaron el camino a este congreso. En primer lugar, catequesis sobre la eucaristía, impartidas en las parroquias desde el inicio del tiempo pascual, para conocer mejor este don de Dios.
“Todos los jueves, a partir del 18 de abril, además de las horas santas parroquiales, los obispos en sus respectivas catedrales celebraron horas santas de agradecimiento a Dios por su bondad y su misericordia, por su evangelio que ilumina y la eucaristía que nos da vida eterna”, señaló monseñor.
Además, en cada circunscripción eclesiástica se dieron iniciativas particulares para expresar agradecimiento y amor, devoción y adoración a Jesús sacramentado. Durante los tres días previos que duró el congreso, en cada parroquia se han realizado actos de piedad y litúrgicos y conferencias de formación centradas en la teología eucarística, indicó Molina.
Agregó que en las misas que se celebraron en cada parroquia, «no solo miraron hacia atrás para dar gracias por el medio milenio de presencia eucarística de Jesús, sino que también hacia adelante para comprometernos a transmitir el evangelio y la fe, para continuar construyendo la Iglesia, con el auxilio de Dios, a través del testimonio, hasta la sangre y el sufrimiento, si fuera necesario».
“Hoy (sábado 13 julio) es el día cumbre del Congreso Eucarístico Nacional. Se celebra en Quetzaltenango porque según los testimonios que nos han llegado, la primera misa se celebró en Salcajá en febrero de 1524; esta ciudad de Quetzaltenango y posiblemente la doctrina del Espíritu Santo se establecieron en Pentecostés de 1524. Por estas tierras comenzó la evangelización de Guatemala”, citó.
Puntualizó en que el congreso por una parte es punto de llegada y de partida para los próximos quinientos años. «Por eso celebramos la eucaristía por la evangelización de los pueblos donde escucharon lecturas bíblicas que los mueven a anunciar la alegría del evangelio, el gozo de la fe, el empeño de la caridad y la perseverancia de la esperanza», dijo monseñor.
“Cada uno de nosotros, desde nuestra responsabilidad y trabajo personal debemos hacer nuestra fe operativa para construir, para acoger, para incluir y crear futuro para todos. Todos los que formamos la Iglesia, obispos y laicos, presbíteros y consagrados, cada uno según nuestra competencia y misión, somos enviados a las personas que no conocen todavía el evangelio o dejaron de conocerlo y que son nuestros vecinos”, exhortó.