La tradicional y solemne procesión del Niño del Santísimo de la Cofradía Mayor cumplió con su recorrido en el primer día del año, aunque ocurrieron algunos incidentes que dejaron al menos a tres niños con quemaduras por juegos pirotécnicos.
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El cortejo inició su recorrido a las 17:30 horas, media hora antes de lo anunciado, saliendo de la Parroquia del Espíritu Santo, Catedral para dirigirse a la casa del Cofrade Mayor, ubicado en la Calle Cajolá, zona 1.
Cuando la procesión avanzaba sobre la esquina de la 4ª calle, en su recorrido al contorno del parque Centroamérica, sobre la 12 avenida y 5ª calle, se registró un incidente con la batería de uno de los juegos pirotécnicos.
Sucedió que la batería perdió equilibrio y cayó, ocasionando que las bombas se fueran al ras del suelo, metiéndose entre los espectadores.
A pesar de que uno de los asistentes intentó ponerla en su posición normal con sus pies mientras continuaba explotando, no lo logró, y una de las bombas pasó hiriendo a una familia.
La batería de juegos pirotécnicos perdió el equilibrio, porque quien las quemó no las aseguró como es debido para impedir que se movilizará por la fuerza de la explosión.
Los niños fueron asistidos en primera instancia por su padre, quien por fortuna es médico, mientras llegaba el apoyo de Bomberos Voluntarios quienes fueron llamados por los espectadores.
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A simple vista se veía que las heridas no fueron de gravedad, pero los niños fueron trasladados a la ambulancia con crisis nerviosa, uno de ellos en brazos y los otros por sus propios medios.
Otro incidente similar se registró sobre la 4ª calle, entre 11 y 12 avenida, cuando una batería también perdió equilibrio, aunque estaba sujetada por blocks, pero fue controlada de inmediato.
Quien quemaba el Torito también debió ser auxiliado debido a que las chispas de los juegos pirotécnicos lo estaban alcanzando mientras permanecía debajo del Torito en su recorrido.
Hasta el cierre de esta nota no se habían manifestado los organizadores de la Cofradía Mayor por dichos incidentes.
