El rojo de los faroles, el olor a incienso, las imágenes de José y María, el tradicional sonido de las tortugas y los pitos, se mezclan para crear una de las tradiciones más representativas de la Navidad guatemalteca: las posadas.
José Racancoj/La Prensa de Occidente
Al paso de las posadas, las calles de la ciudad de Quetzaltenango se pintan de rojo, acompañado del “tuc, tuc, tuc… tuc, tuc” de las tortugas, los silbatos, cohetillos y la alegría de los niños, jóvenes y adultos, quienes acompañan el recorrido de los Santos Peregrinos, el cual dura nueve días.
Al llegar a la casa que recibe a José y María, y tras entonar el tradicional canto para pedir posada, se ora, se realiza una reflexión sobre el verdadero sentido de la Navidad y se comparte comida propia de la época, como el ponche, chuchitos, cambrayes u otros platillos. En algunos casos se quiebran piñatas o se llevan a cabo diversas dinámicas. Por lo general, todo empieza a las 19:00, y finaliza cerca de las 21:00 horas.
La mayoría de los recorridos comienza el 13 o 14 de diciembre, para finalizar el 22, aunque en algunos lugares arrancan con cierta antelación por diversas circunstancias. Antiguamente, señalan pobladores, comenzaban el 16 de diciembre para finalizar justo el 24, pero esto ha cambiado.
También, en la actualidad, muchos recorridos se realizan con vehículos, pues las distancias son más largas en la ciudad.
Recordar el nacimiento de Jesús
De la iglesia El Calvario, de Xela, al menos seis grupos organizan posadas, recorren sectores que corresponden a la parroquia. Una de ellas es la de la Comunidad Evangelizadora para la Reconciliación y el Servicio (CERS), quienes esta semana culminaron los trabajos preparativos del anda donde van los Santos Peregrinos, así como los faroles.
Este grupo, la igual que el resto de la parroquia, participó en una santa eucaristía el pasado sábado a las 18:00 horas, y después de eso visitaron la primera casa.
“El mensaje principal y el que buscamos transmitir con los recorridos es recordar el nacimiento de Jesús, el cual la Iglesia católica conmemora durante estas fechas”, indicó Lilian Ulín, secretaria de la CERS. “A través de las posadas invitamos a la población a que dispongan su corazón para que Jesús vuelva a nacer en él”, agregó Ulín.
Este grupo tiene al menos 12 años de realizar esta tradición, con la que buscan evangelizar.
Un mes de recorridos
En el Hospital Regional de Occidente (HRO) también se vive con alegría esta tradición, pues se hacen posadas que no se limitan a los nueve días, sino que en esta ocasión se han extendido por casi un mes, pues empezaron el 25 de noviembre y finalizarán el 23 de diciembre en el área de Pediatría.
Sor Socorro Reyes, de la pastoral hospitalaria del HRO, explicó que estas actividades son de alegría espiritual y permiten compartir con los pacientes, familiares, personal de salud y autoridades.
“Con las posadas recordamos el peregrinaje de José y María. En la Biblia se hace referencia a este peregrinar y cómo ellos viajan para anotarse en un censo, y es ahí donde se da el nacimiento de Jesús, en Belén”, explicó la religiosa, quien resaltó la fe de María.
Agregó: “Las posadas nos viene a decir: Cristo vive en tu corazón, Cristo camina contigo y Cristo te acompaña, especialmente en el hospital”.
En Guatemala, fue el Santo Hermano Pedro de San José Betancur (1626-1667) quien introdujo las posadas en las festividades navideñas para recordar la travesía de María y José en su viaje a Jerusalén para cumplir con el censo romano.
En Xela, según el historiador Francisco Cajas Ovando, la tradición tomó auge entre 1960 y 1990. En años anteriores se llegaron a registran hasta 2 mil posadas, siendo el parque central uno de los puntos más visitados.