La mayoría de hechos de violencia registrados este año en Xela están relacionados con el narcomenudeo, aseguran autoridades. Esta situación es el reflejo de un consumo más marcado y un proceso de degradación social, opinan analistas.
José Racancoj/La Prensa de Occidente
Once han sido los ataques armados suscitados este año en la ciudad de Quetzaltenango, los que han dejado varios muertos.
Estos actos criminales han provocado temor en la población, pues algunos de ellos se han dado a plena luz del día y en lugares concurridos.
Autoridades de Gobernación y de la Policía Nacional Civil afirman que muchos de estos atentados han estado relacionados con el narcomenudeo, lo cual es preocupante, de acuerdo con expertos.
El hecho de que se estén viendo actos de violencia vinculados al narcomenudeo marca una primera llamada de atención de que se viene una espiral decadente, explica el analista y director de la Fundación Libertad y Desarrollo, Philip Chicola, a menos de que se atiendan sus causales, se comience a perseguir a los grupos que se dedican a ello y se haga un esfuerzo por reducir el consumo en la zona.
“El narcomenudeo empieza a reflejar que hay patrones más marcados de consumo, lo cual quiere decir que hay un proceso de degradación social y de que eventualmente se puede convertir en un problema de salud pública”, agrega el experto.
Chicola señala que el narcomenudeo se da casi siempre “en las narices de las fuerzas de seguridad”, por lo que pensar que hay conocimiento o incluso aceptación de parte de las fuerzas de seguridad de las estructuras de narcomenudeo “es una realidad que hay que evaluar”.
“El siguiente paso natural es que estas estructuras empiecen a interesarse en tomar control político de espacios relevantes de poder en la zona, como juzgados, alcaldías, concejalías, es un proceso gradual”, indica Chicola.
Estrategias de control
El gobernador departamental de Quetzaltenango, Erick Tzun, ha dicho en reiteradas ocasiones que la mayoría de los ataques en la ciudad han estado relacionados con el narcomenudeo, por lo que se han enfocado en este tema con autoridades del Ministerio de Gobernación para analizar estrategias que permitan controlar esta situación.
A inicios de este mes, cuando sumaban nueve atentados armados, se dieron cambios en la cúpula departamental de la Policía Nacional Civil, para tratar reducir estos hechos.
Para Tzun, los ataques relacionados con el narcomenudeo son “minoritarios”, por lo que no considera que Xela se esté volviendo una “narcociudad”.
La confianza, elemento clave
De acuerdo con Chicola, la participación ciudadana es importante porque la denuncia se vuelve una primera barrera. Sin embargo, es necesario que las fuerzas de seguridad creen lazos de confianza con los vecinos, para que denuncien, y también trabajar para garantizar que la Policía sea independiente de estas estructuras dedicadas a la venta minoritaria de droga.
“Si el vecino se da cuenta que fuera de su casa, en su cuadra o barrio hay operaciones de narcomenudeo lo ideal sería que denuncie. Lo que pasa es que se necesita confiar en las fuerzas de seguridad, saber que no tienen relación con esas estructuras de narcomenudeo”, apuntó.