Por : Adrián Velasquez
Según un estudio de la UNICEF: Guatemala es uno de los diez países ambientalmente más vulnerables al cambio climático a nivel mundial, con más del ochenta por ciento del PIB producido en zonas en peligro de desastres y un alto porcentaje de su población en riesgo climático directo. Quetzaltenango demostró el pasado fin de semana que es sensible al riesgo debido al crecimiento desorganizado que ha tenido la población en los últimos 50 años y la poca atención de las autoridades, tanto municipales como del Ejecutivo.
Situación que pide actuar de manera inmediata para reducir los riesgos y desastres naturales derivados del calentamiento global. En tan solo media hora de lluvia, que podría extenderse a horas y días, un 50 por ciento de la ciudad quedó inmobilizada y con problemas. Este suceso es para encender las alarmas. El mundo está afrontando los desastres del calentamiento global que traen lluvias abundantes y con ello inundaciones, deslaves, enfermedades y más pobreza.
Es el momento en que los sectores de la sociedad civil actúen para formar una comisión o mesa de trabajo, o como se quiera llamar, para enfrentar de manera responsable lo que se viene para la ciudad.