La colonia Minerva, ubicada hoy en día en el terreno conocido en el pasado como cantón San Cayetano en la zona 3 de Xela, arriba tiene más de 51 años de fundación.
José Racancoj/La Prensa de Occidente
Los primeros colonos que llegaron habitar estas viviendas, tuvieron que picar la toerra, hacer la mezcla, colocar los ladrillo tras ladrillo, techar y pintar las paredes para habitar las nuevas casas, aún sin energía eléctrica, que poco a poco se fue instalando.
Esta colonia residencial, ha ido evolucionando con el paso de los años y actualmente también alberga establecimientos educativos, centros hospitalarios, parques, dos salones comunales, canchas futbol y baloncesto, restaurantes y diversidad de negocios de consumo masivo.
Cuenta con calles y avenidas amplías, que recientemente fueron mejoradas, pero en el interior de la colonia se caracteriza por sus vías estrechas.
En medio de estas calles se ubica la residencia de doña Rosa Angélica Andrade Serrano viuda de Arroyo, quien fue una de las primeras personas que se mudó a este lugar, lleva 52 años viviendo en este sector.
“Éramos sólo tres vecinos que venimos a acá, aún sin agua y sin luz; Rogelia López, Lilí de Gramajo y su servidora”, comentó doña Rosa.
Actualmente, en la colonia Minerva se contabilizan 550 viviendas, algunas de las cuales han ido cambiando de dueño con el paso de los años, mientras que otros han ampliado sus espacios.
Al principio, maizales y trigales
Con el relato de doña Rosy, como la conocen sus vecinos, y documentos que ella guarda celosamente, se descifran los inicios de esta colonia.
“Ahora le decimos Minerva pero era antes era el cantón San Cayetano. Aquí habían trigales y maizales”, comenta Andrade.
El proyecto residencial, con el que se originó la colonia, fue iniciado por maestros, quienes ya no alcanzaron una vivienda en la Colonia Molina, señala Andrade. Gracias a ellos, otras personas, que no eran maestros y profesionales, también accedieron a viviendas.
Fue un proyecto impulsado por el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), a través del Programa de Vivienda de Esfuerzo Propio y Ayuda Mutua.
Por la naturaleza del programa, los adjudicatarios tuvieron que trabajar durante seis meses en diferentes partes de la colonia, realizando tareas con adobe, block, arena, piedrín, entre otras labores.
“Tuvimos que trabajar porque era un proyecto de ayuda mutua, y lo hicimos durante seis meses. Esta casa nos costó bastante”, cuenta doña Rosa, mientras muestra un modelo de las credenciales que les asignaban para llevar el control del trabajo que realizaban. Esto, allá por diciembre de 1971.
Asombrosa e imparable, viaducto o paso a desnivel sin fecha de entrega
El esfuerzo realizado por ella y otros beneficiados se vio recompensado cuando el 15 de mayo de 1972 en el Teatro Municipal de Xela se hizo el sorteo de los números de casa. Posteriormente, ya se mudaron a las nuevas viviendas, las cuales no contaban con agua ni con luz. “A nosotros nos vendía el agua don Chente, quien era el dueño de la lechería Pamplona. En ese tiempo solo estaba él por acá y la cervecería”, relata.
Proyectos que ya no se concretaron
En donde se ubican actualmente la Plaza Japón, el parque a la Unión Europea, la Plaza Israel y un campo de fútbol, se tenía contemplado, al inicio, que se construyeran residencias multifamiliares, para personas de muy escasos recursos. Sin embargo, el drenaje no soportó y el proyecto ya no se concretó.
También se tenía destinado un área para construir la iglesia de la colonia Minerva, pero los vecinos cedieron el predio para que se construyera la sede de Aldeas Infantiles SOS.
“Estamos orgullosos de vivir aquí y le damos gracias a los maestros que trabajaron en pro de la colonia Minerva, pues ellos nos hicieron favor de darnos casa”, comenta doña Rosy.
Giovanni De León, quien ha vivido toda su vida en este sector y actualmente es coordinador de seguridad, señaló que la colonia ha tenido una importante evolución en los últimos 20 años.
“Hemos estado trabajando por mejorar la iluminación, también hay mejoras en el campo Minerva, en los dos salones, en las calles y drenajes”, refirió de León.
A nivel personal, De León considera algo maravilloso haber crecido en esta colonia, principalmente por las áreas verdes con las que cuenta.
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