La página de Facebook de la Asociación Guatemalteca de Aficionados a la Astronomía (AQAA) Quetzaltenango anuncia para mayo la visita del doctor Francisco Hernández, astrofísico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y a Aldo Batta, doctor en astrofísica por la UNAM. Toda esta actividad tienen un origen, una mujer que miró al cielo una noche y los astros le hablaron para que se conocieran mutuamente: Sofía Magdalena Coyoy González.
Por Adrián Velásquez / La Prensa de Occidente.- Fotos David Pinto, presidente del Club Fotográfico de Quetzaltenango.
Sofía, ingeniera industrial de profesión y catedrática universitaria, me atendió en el restaurante La Fortuna, el centro de reuniones de AQAA. La pasión por conocer el universo comienza por la inclinación que tiene hacia las matemáticas y la física, la segunda, es la ciencia que explica la creación del universo a través de las leyes.
“Salgo por las noches, observo, y me llama mucho la atención. Un día, en un medio de comunicación de Quetzaltenango salió un reportaje y decía que una vez al mes profesionales daban charlas de astronomía en la ciudad de Guatemala, eso fue hace 20 años, todavía estaba estudiando en la universidad, y decidí viajar a escuchar, tenía mucha curiosidad y desde ese día empiezo a hacer contacto con la Asociación Guatemalteca de Astrónomos, que en realidad, son aficionados”.
Pero no solo eso fue lo que motivó a Sofía para buscar de cerca de los astros, también en 1997 pasó frente a nosotros el cometa Hale Bop, llamado el gran cometa porque superó todo lo que se había visto en años y creó mucha expectación entre la humanidad.
¿Pero debe haber más razones?
“Yo creo que fue el ver la Luna. La inquietud de por qué la Luna al salir en el horizonte es mucho más grande que cuando está en el cielo y que cambia de colores, definitivamente eso me llamó poderosamente la atención y no quise quedarme con las ganas de escucharlo solamente o que alguien más dijera qué era lo que pasaba, pero mire yo creo que está muy relacionado con mi formación, no quedarme con una explicación sencilla sino indagar y conocer las razones reales”.
En Guatemala astrónomos graduados solo hay siete y no están organizados, cuenta Sofía, solo pertenecen a asociaciones de física y trabajan exclusivamente en el área de investigación de la Universidad de San Carlos. En este lugar empezó a participar y aprender lo básico de la astronomía.
Para el 2010, cuando estaba más metida en el tema, Sofía Magdalena conoce a Eduardo Rubio, doctor en astrofísica con una maestría en la UNAM, México, y obtuvo el doctorado en Holanda. “Eduardo Rubio vino a la capital y yo ya tenía comunicación con la asociación y les pedí que si lo podían traer a Xela. Estuve viajando a la capital durante 10 años una vez al mes, solo a escuchar charlas, a la par también mis hermanos, en mi familia somos cuatro ingenieros, me acuerdo que en esa ocasión el ingeniero Edgar Castro me respondió que no podía llevarlo a Xela. ‘Si tú quieres llevarlo, yo lo más que puedo hacer es dar el número de teléfono del astrónomo’, con mis hermanos decidimos montar formalmente la asociación AQAA. Nos comunicamos con un excelente profesional y humano, él con todo gusto vino e inauguró nuestro grupo”, relata Coyoy.
Eduardo Rubio vio que en Xela existía un grupo de personas con intereses comunes, conocer más sobre el tema, entonces ofreció su apoyo para contactar a otros profesionales y que visitaran la ciudad de las estrellas para trasladar sus conocimientos.
“Empiezan los contactos, es gente muy abierta y nosotros muy contentos de que esto se empiece a dar en Xela y sobre todo porque hemos tratado de hacerlo por nuestra cuenta”. Y es que Sofía pidió ayuda a la Universidad de San Carlos y a la Rafael Landívar, donde actualmente labora como catedrática, pero no se logró. Los aficionados a la astronomía solicitaban a las universidades un espacio para las reuniones y charlas, “pero mucha burocracia”, se queja Sofía.
“Un lugar donde pudiésemos realizar una conferencia, donde la gente estuviera cómoda, y el resultado es este espacio, ahora no invitamos solo a gente de Guatemala, este año, ya hemos tenido extranjeros que vienen con la Asociación de la Escuela de Ciencias de Matemáticas y Física, es así como hemos logrado esta asociación que no persigue ningún lucro, solamente divulgar la ciencia”, agrega Coyoy.
Los temas en AQAA
“Nosotros esperamos que sean las once de la noche y el cielo se ve hermoso”, dice Sofía. “Para la agrupación que nosotros tenemos, nos exige que alguien tenga formación académica, de manera sencilla, tratamos de explicar cosas y fenómenos básicos en nuestra naturaleza sin necesidad de aturdir a las personas con la matemática, pero nosotros para explicar sugerimos combinarla”, agrega.
“De cosas tan básicas como ¿se ha dado cuenta usted de que el Sol no sale ni se pone en el mismo lugar todos los días? ¿Piensa que el Sol sale en el este y se oculta en el oeste? Por ejemplo, cosas tan sencillas como la Luna también gira sobre su propio eje”, cuenta Coyoy.
A diferencia de otras agrupaciones, AQAA tiene relación con verdaderos profesionales, con gente que tiene un título que los respalda que son astrónomos. “Empezamos a contactar a otros científicos que tienen mucha comunicación con el público para dar charlas de Astronomía, como el doctor Enrique Pasos, el maestro Edgar Cifuentes, el doctor Marcelo Ixquiac, que también tiene el doctorado cerrado, es de Xela. En la capital hay muchos científicos que ya terminaron, pero están sacando su doctorado en el extranjero”, agrega la entrevistada.
¿A quién le gustaría conocer, a Galileo Galilei, Stephen Hawking o Newton?
“Por apasionado me gustaría más Galileo. Él fue el primero, alguien que se aventuró y tuvo el valor de imponer ideas revolucionarias en su época, estamos hablando de hace 500 años. Newton era un genio pero completamente aislado, una persona que no interactuaba con los demás seres humanos por simples mortales. Hawking tenía un alto grado, él ya era otro nivel. Yo creo que me iría por lo más sencillo, digo sencillo porque estoy poniendo en comparación a ellos tres. Los telescopios se usaban para la navegación. Galileo Galilei es el primero que los utiliza para ver el cielo”.
Para ser aficionados, ¿tenemos que tener un telescopio?
“Nuestro máximo laboratorio es a la medianoche, saliendo de nuestras casas, no necesitamos equipo profesional para eso, con lo que tenemos podemos aprender muchísimo, algo muy interesante que a mí me llamó mucho la atención y que lo comparto es cómo diferenciar los planetas de las estrellas en el cielo”.
¿Y cómo se diferencian?
“No todas titilan y las que no titilan son planetas, eso es en primera instancia y la otra es que llevan una trayectoria, ellas pasan también por donde pasó el Sol, a eso le llamamos eclíptico, una línea imaginaria donde nosotros decimos aquí pasó el Sol, pues por esa línea es que pasan aquellas estrellas que no titilan y eso los planetas no son estrellas y eso es muy interesante porque precisamente ahora son las seis y media, hasta las ocho noche usted puede ver que arribita del Baúl hay una estrella hermosa que no titila, es ni más ni menos que Júpiter, uno de los planetas más grandes de nuestro sistema solar, cuando uno presta atención, no titila porque, al igual que nosotros, solo refleja la luz del Sol, mientras que los demás que están en nuestro cielo son estrellas muy parecidas a nuestro Sol que producen su propia energía lumínica que para nosotros es luz”.
Interesante la charla con Sofía, esto no podría parar, por eso en Xela cada día crece el número de aficionados que se acercan a AQAA, que ciertamente no son astrónomos graduados pero así traen a muchos invitados y la experiencia es fenomenal. Por ejemplo, me da inquietud la estrella de Belén o las constelaciones, a lo que Sofía contesta: ‘Son figuras aparentes que la humanidad y culturas han visto en el cielo, le ven forma de algo como cuando uno ve una nube y dice vieron allí, la cara de un señor; vieron la cara de un animal, lo mismo hacían los antiguos y diferentes culturas con respecto a las estrellas, nosotros tenemos más influencia de la cultura griega en cuanto a las constelaciones porque para nosotros están la Osa Mayor, la Osa Menor Orión, pero si vamos a la cultura Maya, tiene sus propias constelaciones, vamos a cualquier otra cultura y cada una ve imágenes de las estrellas’”.
Cuando le pregunté si cree que hay vida en otros planetas, contestó que sí, que por supuesto hay. “Cuando uno empieza a conocer un poco de la formación del universo, cuando uno ve que ya hay datos y evidencia, concretamente de cómo es que está formado nuestro universo, viene un dato muy importante, resulta ser que hay muchos sistemas como el nuestro en el universo, millones solo en nuestra galaxia. Y en el universo hay millones y millones de galaxias. Hay mucha probabilidad de que haya otros sistemas como el nuestro y que también pueda tener vida, es muy distinto a decir que nos encontremos y que nos contactemos o que digan personas que vieron extraterrestres en otros lugares”.
¿Pero usted sí tiene telescopio?
“Por supuesto que tenemos aquí. Un telescopio hoy en día los podemos comprar en los centros comerciales con alrededor de Q500.00, con ello es suficiente para poder ver los cráteres de la luna para ver a las ocho de la noche a Júpiter, que en realidad es una esfera. Leyendo y aprendiendo no se necesita de telescopios, pero cuando uno tiene la experiencia de ver lo que nunca podrían ver nuestros ojos, es impresionante. Yo me emociono, de hecho aquí hemos invitado a tantos profesionales que tienen un equipo impresionante de alto alcance con una tecnología de punta, nos empiezan a hablar de muchas cosas, es como ver una caja de joyas, infinidad de estrellas y uno cree que quizá está mintiendo el aparato, quizá pudiera ponerme una fotografía pero cuando ya uno se anima a tocarlo y apunta a los lugares que uno quiere, se da cuenta pues de que no hay ningún truco, de que hay algo más allá de lo que nuestros ojos pueden ver, a mí me motiva, me emociona y me inspira para mostrárselo a las personas”, concluye Sofía Coyoy, la promotora de la Astronomía en Xela y que seguramente en sus momentos de inspiración con el cielo en las noches, conversa con la luna de Xelajú.
Nuestras mamás decían que cuando pasaba un cometa iba a haber un desastre o cuando la mujer estaba embarazada tenía que protegerse. ¿Es cierto? Por supuesto que no. Eexisten las coincidencias, pero que estos eventos astronómicos revelen algo como para decirnos o prevenir a la humanidad, no. Cuando se estudia se da cuenta de que son eventos comunes, siempre han pasado y no se acabará la humanidad.
“Mi nahual es Cabuc, fuerte, independiente”.
Sofía Coyoy