Un presidente con poca representatividad en el Congreso de la República dificultaría la agenda gubernativa; por ejemplo, la SAAS no es posible eliminarla porque fue producto de los Acuerdos de Paz tras la eliminación del Estado Mayor Presidencial, los diputados le van a decir que no.
Por Mirna Alvarado/La Prensa de Occidente
El Parlamento Guatemalteco quedó conformado por 54 diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), 17 del partido oficial (Vamos), 11 de Unión del Cambio Nacionalista (UCN), 8 de Bien, 8 de FCN-Nación, 8 de Valor, 7 de Semilla, 7 de Viva, 7 de Todos, 6 de Creo, 6 de Humanista, 4 de Winaq, 4 de Victoria, 3 de Unionista, 3 de Prosperidad Ciudadana (PC), 3 de URNG, 1 de MLP, 1 de Podemos.
Para el analista Carlos Martínez Ríos, el reto más grande para el Gobierno es la negociación y el consenso entre los legisladores, de manera que la agenda pueda avanzar y se cumplan los propósitos y promesas realizadas durante la campaña.
“Tenemos un ejemplo, en el período de Otto Pérez Molina vimos cómo el Congreso versus el Ejecutivo dejó de lado el trabajo legislativo para dar lugar al protagonismo, hay que recordar que en ese tiempo la bancada mayoritaria fue Lider, su papel fue de oposición y concluyó en una de las peores legislaturas”, recordó Martínez.
Por otro lado, que haya una bancada de oposición mayoritaria resulta positivo porque se evita la centralización del poder. “Ese ejercicio lo observamos con el presidente Jimmy Morales, todas las decisiones que tomaba y que debían pasar por él eran aprobadas, aunque las minorías se resistieran”, señaló Martínez.
De acuerdo con el analista, para que el Gobierno camine y genere los cambios que se propusieron debe existir un equilibrio, de lo contrario la agenda Legislativa y Ejecutiva no podrán avanzar. “Aquí se pondrá en juego la capacidad de negociación de los diputados oficialistas (Vamos), deberán demostrar su madurez política para hacer alianzas con las bancadas pequeñas para enfrentar al bloque de la UNE”, resaltó.
En caso de cancelación de la UNE
El Ministerio Público (MP) planteó la solicitud de cancelación del partido UNE, bajo el argumento de financiamiento ilícito; el caso se presenta unos días antes de la celebración de la segunda vuelta electoral, lo que, a criterio del politólogo, deja mucho que pensar.
“Me parece que fue una acción más política que jurídica, es decir que solo buscan atraer la atención a ese momento y quizá como ha ocurrido con otros casos, el proceso se estanque; hay que recordar que la última palabra para cancelar un partido político la tiene el Tribunal Supremo Electoral y habrá que esperar”, agregó el entrevistado.
De ser así, los diputados de la UNE se convertirán en independientes, tendrán voz y voto, pero no incidencia en las comisiones. “Si mucho, les podrían dar la comisión de Derechos Humanos y nada más”, hizo la observación.
Martínez argumentó que si el partido UNE no fuera cancelado podría tener una fuerte cuota de poder, con el que incluso lograría llegar a manejar a las cortes, tomando en cuenta que las elecciones de magistrados de la Corte de Constitucionalidad, Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelación están en manos de los congresistas, lo que les beneficiaría.
“No hay que perder de vista que muchos de los diputados de la UNE tienen experiencia, conocen, saben cómo se manejan los asuntos legislativos, son expertos en negociación y esa será su fortaleza, caso contrario de las otras bancadas que no tienen experiencia y menos conocimiento del quehacer parlamentario”, concluyó.
Ya hay acercamientos
El diputado electo por Vamos, Duay Martínez, recalcó que ya se han tenido acercamientos con legisladores de otras agrupaciones políticas para consensuar una sola agenda.
“Como parte de las estrategias, hemos empezado a conocer los planes de otros parlamentarios para tener una misma ruta y trabajar todos juntos por el bien de Guatemala, esperamos fortalecernos para evitar que la bancada grande tome el control, aunque no vamos a perder de vista nuestras iniciativas”, explicó el diputado.
Emilio Maldonado, del partido Humanista, sostuvo que, junto a sus compañeros de organización han evaluado los puntos en común con otras bancadas y no descartan que se les brinde seguimiento a muchas de las iniciativas que ya tienen dictamen favorable y que solo esperan aprobación.
“Aquí lo que debe prevalecer es el bien común y si para eso tenemos que hacer alianzas con los demás, independientemente de qué agrupación sea, pues habrá que hacerlo”, externó Maldonado.
La diputada del partido Convergencia, Sandra Morán, mencionó que una de las iniciativas que los nuevos funcionarios deben darle seguimiento es la 5452, “Ley de Desarrollo Económico de las Mujeres”.
“Se habla de la Ley de Competitividad y otras más que no tienen nada que ver con el sector mujer, que es más del 50 por ciento de la población en Guatemala; muchas veces somos las que más participación tenemos en los procesos eleccionarios, por eso creo que los nuevos diputados deben continuar con los esfuerzos que se implementaron en esta legislatura”, enfatizó Morán.
Prestar atención a los mensajes contradictorios
Las declaraciones recientes del presidente electo, Alejandro Giammattei, la postura del MP y la actitud de los diputados de la bancada mayoritaria, hablan de la falta de consenso para una agenda de país.
“La población debe prestar atención a esto, para no volver a caer en lo mismo, de esa cuenta en próximas oportunidades no se dé un arrepentimiento de la elección que se hizo”, reiteró el analista Carlos Martínez.
“Hay que resaltar que el próximo presidente no se enfoca en un mensaje de realidad, recientemente salió manifestando que si los demás gobernantes se lo piden se podría eliminar el Parlacen; eso es un discurso demagógico y no realista, ha dicho que eliminará la SAAS, pero eso no es posible porque esa secretaría fue producto de los Acuerdos de Paz tras la eliminación del Estado Mayor Presidencial, a cargo del Ejército; ellos trabajan bajo un decreto de ley emitido por del Congreso, es una ley que no se puede erogar solo para complacer a un mandatario. Lo que hace es una acción populista porque el Congreso le va a decir que no y él le echará la culpa a los diputados”, observó el analista.
El politólogo agregó que la postura del jefe de Estado electo respecto al tratado de “tercer país seguro” cambió; antes de su triunfo en la segunda vuelta electoral manifestaba oposición, ahora ya no. “Salió en cadena nacional con el mismo discurso de Jimmy Morales, con otras palabras, pero es el mismo discurso al final, incluso, hasta mencionó que se convertirá en observador del proceso”, aseveró.
PIE DE FOTO DE LA GRÁFICA
54 diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), 17 del partido oficial (Vamos), 11 de Unión del Cambio Nacionalista (UCN), 8 de Bien, 8 de FCN-Nación, 8 de Valor, 7 de Semilla, 7 de Viva, 7 de Todos, 6 de Creo, 6 de Humanista, 4 de Winaq, 4 de Victoria, 3 de Unionista, 3 de Prosperidad Ciudadana (PC), 3 de URNG, 1 de MLP, 1 de Podemos.
“Los diputados de la UNE tienen experiencia, saben cómo se manejan los asuntos legislativos, caso contrario de las otras bancadas que no tienen experiencia y menos conocimiento del quehacer parlamentario”, Carlos Martínez Ríos, Politólogo y analista.