El dinero proveniente de Estados Unidos conforma una de las tres fuerzas económicas del país, le siguen el narcotráfico y los fondos del gobierno. Estos envíos tienen mayor concentración en el occidente del país.
Por Mirna Alvarado/La Prensa de Occidente
Eran las cuatro de la madrugada de un jueves del mes de julio de 1993, cuando Rafael Aguilar tomó una mochila pequeña, se abrigó, se despidió de sus dos pequeños hijos, de su esposa y de su madre, les dijo: “Hasta luego”, y selló su amor de esperanza con un beso en la frente de sus familiares.
Así emprendió el viaje hacia Estados Unidos junto con un grupo de ocho personas con quienes compartió vivencias por casi tres meses antes de llegar a su destino final. Su travesía, según dijo, fue difícil, pues evadió muchos peligros. “Si estoy vivo, es por puro milagro”, comenta.
Para lograr su objetivo, contrató a un coyote al que le pagó unos Q50 mil; empeñó su vivienda y dejó en la miseria a su familia. A medio camino, ya en México, se toparon con las fuerzas del orden; en medio del miedo y de la revuelta, el coyote los abandonó, por lo que debieron continuar el camino y cruzar la frontera solos y a su suerte.
“Mis compañeros eran una señora y su hijita, de unos 6 años, tal vez eran de Nahualá; dos jóvenes de Sibilia y otro de Totonicapán, nos fuimos escondidos en un camioncito de esos que transportan carne, era un congelador”, recuerda.
Al llegar a Los Ángeles, California, buscó trabajo y no lograba emplearse, calcula que estuvo viviendo con unos conocidos por más de dos meses, obtenía trabajos temporales de jardinería y albañilería, pero nada era suficiente para alquilar un dormitorio o para independizarse en definitiva. Poco a poco consiguió un trabajo como mecánico y fue cuando empezó a enviar dinero para pagar la hipoteca de su casa, financiar los estudios de sus hijos.
Ahora, 26 años después, tiene un negocio y aunque no es muy grande como él quisiera, emplea a más de siete personas. “Hace 16 años regresé. Vine porque ya no aguanté estar solo, sin mi familia. Mi hijo mayor tenía 24 años y el segundo, 20, ya estaban a punto de graduarse. Me perdí de mucho, pero logré comprar mis herramientas, un lote donde construimos casas, donde viven mis hijos y sus esposas, tengo mi taller y de eso vivimos con mi mujer, valió la pena el sacrificio”, expresó Aguilar.
La crisis migratoria
Rafael es una de las tantas personas que durante un buen tiempo fue parte de una de las fuerzas económica para el país, pero eso podría cambiar si la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se hace realidad.
La propuesta del mandatario estadounidense es colocar un impuesto a las remesas, esto quiere decir que las familias guatemaltecas recibirían menos del salario mínimo que reciben en promedio al mes.
El economista Dennis Rodas explica que a finales del mes de junio, Guatemala ya había recibido 5 mil millones de dólares en remesas, y se estima que a finales del año se contabilicen los 10 mil millones a nivel nacional.
“Aproximadamente, 2.6 millones de guatemaltecos reciben casi un salario mínimo en remesa, son como 229 dólares mensuales, significa que al año los connacionales que están en Estados Unidos envían una cantidad similar al presupuesto general de la nación”, detalla Rodas.
En occidente se encuentra el flujo mayor de migrantes. Huehuetenango, San Marcos y Quetzaltenango suman el 17 por ciento de la migración total, lo que corresponde a 11.8 por ciento de ingresos en remesas, o sea que más de mil millones de quetzales entran por concepto de remesas en estos departamentos, una cifra mayor a la que el Gobierno invierte.
Rodas señala que: “La propuesta del presidente de Estados Unidos de colocar un impuesto puede reducir el monto de remesas que vienen a Guatemala. Cuando los connacionales envían dinero, el sistema bancario nacional e internacional se conectan, algunos lo hacen por medio de transferencias de cuenta a cuenta, otros usan los courier o giros, esas remesadoras cobran una comisión por envío y si se aplica el impuesto del 5 % al momento de que el dinero llegue a Guatemala, será menor”.
Según los cálculos, de cien dólares, el envío real sería de 95 dólares. “Ese cinco por ciento en Q10 mil millones es una cifra alta y generará un impacto mucho mayor de lo que nos imaginamos”, concluye el especialista.
¿Para qué se usan las remesas?
El 8 % de los familiares utilizan los envíos monetarios para consumo, otro porcentaje en gastos de educación, salud y vivienda; el 35 % de las remesas se están utilizando para invertir en negocios o comercios, lo que tiene un efecto multiplicador para las familias consumidoras y quienes les rodean, incluyendo las mismas comunidades.
De acuerdo con Rodas, la advertencia de Trump no es más que una estrategia de negociación. “El mandatario estadounidense amenazó a México también, y los mexicanos respondieron. Lo que yo entiendo es que es una estrategia para que Guatemala acepte condiciones como la de convertirse en un país seguro, por ejemplo”.
Agregó que “Estados Unidos va a seguir enfatizando el tema migratorio porque el presidente de ese país tiene intenciones de reelegirse y va a tener un impacto importante, sobre todo porque Guatemala no tiene la capacidad en términos comerciales para ponerse a pelear con Estados Unidos”.
“Sin duda, Guatemala perdería mucho si se aprueba el impuesto a las remesas. La tasa de cambio, las condiciones en que los guatemaltecos viven en ese país, más las malas políticas gubernamentales para tratar el tema, de alguna manera van a generar un shock financiero para todos”, enfatiza Álvaro Trujillo, catedrático de Ciencias Económicas del Centro Universitario de Occidente (Cunoc).
Son 28 los guatemaltecos que están dispuestos a salir del país, a diario, según datos de la OIM.
Los riesgos de ser país seguro
Estados Unidos tendría que ser el proveedor de recursos para invertir en construcción para albergues, educación, alimentos o el fomento de trabajo. “Resulta un poco contradictorio porque Estados Unidos está retirando apoyo financiero en estos últimos meses, no hay garantía de que realmente ayude a mantener a las personas que buscan llegar a ese país por motivos de refugio”, señala el docente.
Municipios que han sido impactados por las remesas
Los datos de la Organización Internacional de Migración (OIM) revelan que los departamentos con mayor ingreso de remesas son Guatemala, Huehuetenango, San Marcos, Alta Verapaz y Quetzaltenango.
Aunque no hay datos respecto a los municipios del departamento de Quetzaltenango que más remesas reciben, el economista Rodas expresó que los estudios preliminares revelan que; la cabecera departamental y Coatepeque son los que más alta migración tienen.
Pero donde el envío de remesas es más visible es en San Carlos Sija y Salcajá, prueba de ello es que en Trenton, Estados Unidos, vive la mayoría de salcajenses. Otro aspecto que visibiliza el ingreso de remesas son las construcciones de viviendas y los vehículos.
“La reducción de remesas si se aplica el impuesto, también afecta el turismo, porque hay muchos guatemaltecos que vienen a visitar a sus familias, vienen con poco dinero porque saben que el cambio del dólar es rentable para su estadía”, asegura Trujillo.
Recomienda
Saber utilizar el dinero, ya no deben generarse más activos como vehículos último modelo, viviendas grandes. La lógica es que las remesas se pueden acabar y se debe invertir en negocios o hacer productivo el dinero que se recibe, hacer un colchón si en caso son afectados con la deportación.
“El Gobierno se beneficia con la bancarización del dinero, pero debe obligársele a hacer una hoja de ruta del dinero que entra, si estos 10 mil millones de quetzales no entran a Guatemala igual, la migración va a seguir, independientemente de lo que se imponga en Estados Unidos”, puntualiza el docente del Cunoc.
Reto para el nuevo gobierno
La próxima administración debe priorizar las fuentes de empleo locales, para reducir el flujo de migración; deben negociar con los actores, deben hacer alianzas estratégicas con los países vecinos, El Salvador, Honduras, Nicaragua y México.
Sentarse a ver cómo suma la institucionalidad para que verdaderamente funcione. “Por ejemplo, tenemos el Ministerio de Agricultura, que no apoya a los productores rurales; el Ministerio de Desarrollo, que no promulga desarrollo local o territorial”, se lamenta Rodas.
“Será un reto para quien gobierne los próximos cuatro años. La mala política internacional, la falta de oportunidades de empleo, la inseguridad son algunos de los temas que deben resolverse para evitar la migración y, por ende, la estabilidad económica, para no depender tanto de las remesas”, concluye Trujillo.
Solo Canadá ha suscrito acuerdo de tercer país seguro. Primero deben cumplirse requisitos del Estatuto de Refugiados de 1951.