InicioPortada“Hasta luego Tito: Ve con Dios, ese ser supremo que bien conociste”

“Hasta luego Tito: Ve con Dios, ese ser supremo que bien conociste”

El sacerdote Justo Rafael Umaña de León falleció viernes, se encontraba sirviendo en la parroquia de San Pedro Almolonga, lugar donde quedaron sus restos.

 

Mirna Alvarado/La Prensa de Occidente

La comunidad católica ha sido conmovida tras conocerse el fallecimiento del párroco Umaña de León, quienes lo conocieron señalan que continuarán con su legado de amor al prójimo, la penúltima parroquia donde fungió como como guía espiritual fue la parroquia San Bartolomé Apóstol en la zona 1 de la ciudad de Quetzaltenango.

Justo Rafael Umaña, 66 años, nació en 12 de noviembre de 1954, era el mayor de seis hermanos, sus padres fueron Justo Umaña y Aura de Umaña; cursó la primaria en el Colegio San Francisco de Asís, luego, la prevocacional en el Liceo Guatemala. Inició sus estudios pastorales en el seminario del Espíritu Santo ubicado en aquella época en el edificio de Villa Lesbia donde actualmente se encuentra el restaurante Tertulianos de Museo, allí se gradúo de bachiller en 1972, continuó sus estudios en el seminario de Suyapa, Honduras, después se trasladó al seminario de Colombia y posteriormente al monasterio de Silos en España.

Culminó sus estudios en el seminario de México, donde fue ordenado, su primera parroquia fue la de Zunil donde trabajó por 12 años, fue fundador de la primera fraternidad juvenil, en ese municipio abrió un gimnasio, una academia y una biblioteca para que los jóvenes pudieran estudiar y hacer sus tareas.

Muchas familias tienen hijos que llevan su nombre: Justo.

El padre Justo, a la semana de haber sido ordenado, asumía como párroco en Zunil, en 1981, ahí estuvo 12 años, después se fue a San Andrés Xecul. También sirvió en el municipio de Nuevo San Carlos Retalhuleu; en San Francisco el Alto, Totonicapán;  en Génova Costa Cuca; en la iglesia el Calvario de  la zona 1 de Xela, así como en la parroquia de San Bartolomé ubicada en la octava calle y cero avenida, vecino al el cenizal, zona 1 de esta misma ciudad.

Amaba tanto a la gente que un día su familia lo encontró durmiendo en el suelo, pues su cama la había donado a unos recién casados. En los años del conflicto armado, tuvo varios encuentros con elementos del Ejército pues lo acusaban de defender a la gente y a los jóvenes de Zunil, “construyó con su patrimonio la fraternidad de Zunil, dónde ahora se ve su obra, pues muchos jóvenes son profesionales, abogados, médicos e ingenieros”, cuenta Raúl Izas.

En la actualidad se encontraba sirviendo en la parroquia del municipio de Almolonga, Raúl Izas cuñado del sacerdote, comentó que la fraternidad de Zunil pidió que sus restos quedarán en ese lugar pero al final se decidió que fuera inhumado en la parroquia de Almolonga donde se encontraba sirviendo desde 2016.

“Los integrantes de la fraternidad juvenil que ahora son profesionales, pedían que el cuerpo del padre Justo quedara ahí, pero al final se logró el consenso para que descansara en el último municipio donde sirvió de guía espiritual, mucha gente lo amaba y lo respetaba”, refirió Izas.

Homenajes a su memoria

Las autoridades eclesiásticas de la parroquia de San Bartolomé de Xela, realizaron el viernes, un homenaje al clérigo Justo Rafael Umaña, donde también se transmitió la última homilía realizada por el sacerdote en este templo.

El sábado se efectuó una misa exequial, a las diez de la mañana, fue transmitida por medio de la página oficial de Facebook de la parroquia del Espíritu Santo (Catedral), oficiada por monseñor Mario Alerto Molina Palma.

“Cuando Justo iniciaba sus labores de Sacerdote en el municipio de Zunil, se dio una epidemia de fiebre tifoidea y a falta de médicos, él atendió a muchos enfermos, era a quien la gente acudía para cuando tenían una emergencia, incluso lo buscaban para que ayudara con el traslado de mujeres a punto de dar a luz”, agregó Izas.

“Nos conocimos hace 50 años, medio siglo.  Sí, un amigo, un cómplice, un hermano, un cuñado. Y ayer me dijo: me voy adelantar, y siempre fue así. Siempre se adelantaba, me llevaba un paso adelante. Ya te alcanzaré y volveremos a soñar. Hasta luego Tito. “Ve con Dios, ese ser supremo que bien conociste”, escribió Raúl Izas en su muro de Facebook.

Sus familiares informaron que religioso tenía problemas de presión alta, y falleció a consecuencia de un paro neurocerebral y que el azúcar se le disparó creando una hipoglucemia.

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Quetzaltenango,