El lunes 26 de agosto, Vanesa Rivera presentó su carta de renuncia al alcalde Luis Grijalva, él la aceptó. El miércoles se hizo pública. En los últimos meses hubo discusión abierta cuando Rivera recomendó no montar las veladas de Señorita Quetzaltenango y de Umial Tinimit Re Xelajuj’ No’j en el recinto, inclusive la síndico Olga Moscos llegó a buscar al recinto a Rivera y expresó en varias ocasiones “que la directora no era dueña del teatro”. Asimismo, Víctor Agustín Guzmán, presidente de una comisión, aseguraba que estaba decidido hacer la elección de Umial en el teatro, evento que se celebró el domingo pasado y finalizó en un relajo bochornoso. Rivera habló del poco esfuerzo de la Corporación Municipal para apoyarla en la valiosa gestión. Esto expresó.
Por Adrián Velásquez/La Prensa de Occidente
¿Cómo llegó a la dirección del teatro?
Venía a proponer un encuentro de arte que se realizó en el teatro; el concejal Luis Ovalle vio el proyecto, pidió mi hoja de vida y me animó a solicitar el puesto de la dirección; se hizo una selección, me entrevistaron. A mí me trajo el arte y me lleva el amor al arte.
¿Presentía a lo que se iba a enfrentar?
Sabía que el teatro estaba abandonado, era un espacio que estaba explotado, violado; sabía que era difícil, por eso hice un plan de trabajo dirigido a rescatar todas las partes del edificio, desde su estructura física hasta su significado.
¿Cómo era su relación con su jefe inmediato, Johana Rojas, directora de Cultura?
Laboral, pero bastante distante. Siempre se pidió al anterior director y la actual directora hacer un trabajo en equipo, pero no se logró. Es importante contar con una dirección hacia dónde va la cultura y si está bajo nuestra responsabilidad, hacer un trabajo de acción; desafortunadamente, no se lograron los objetivos y cada quien trabajaba como Dios lo ayudaba, lo hice saber y no tuve eco.
¿Usted presentaba sus proyectos al Concejo?
Se realizaban los procesos como está establecido y se enviaron a mi jefe inmediato superior; ella lo presentaba al Concejo.
Con la comisión de Cultura del Concejo ¿cómo fue la relación?
La actual presidente (María Alvarado) me apoyaba, si le presentaba un proyecto había respaldo, pero hasta ahí. Se intentó también trabajar en equipo, pero tampoco hubo respuesta.
En el tema del remozamiento del edificio, ¿qué falta para terminar?
Solo nos queda pintar el teatro; ya está el presupuesto, pero quién sabe cuántos años se va a tardar don Otto Juárez (de la Oficina del Centro Histórico) en dar el permiso, entonces ya no depende de nosotros. Nosotros hacemos lo posible por ejecutar y remozar el teatro, los compañeros van a tratar de hacer lo último. Las butacas ya están, ya fue asignado el proyecto, solo falta empezar con los trabajos y seguirá bajo la supervisión de una persona del IDAEH. El avance es de un 75 por ciento y queda un 25; ya se hizo el piso de platea y palco bajo, eran tres proyectos, ya se ejecutaron dos.
¿Qué motivó su renuncia?
Cuando asumí la dirección sabía que no era tarea fácil, se hizo un plan de trabajo basado en cinco ejes; sabía que no era sencillo, sentía poco apoyo al presentar algunos proyectos en el Concejo Municipal. Recientemente, se cuestionó el trabajo; se solicitaron permisos y no nos dejaron trabajar. Esa fue la razón administrativa para dejar el puesto.
Usted dijo en su carta que hubo amenazas
La otra razón es mi seguridad. Desde que tomé posesión de la dirección del teatro fui víctima de denuncias, intimidaciones, amenazas. A lo largo de estos dos años y tres meses al frente, fueron constantes. Tengo una carrera de 30 años en el teatro y no quiero que me manchen ese recorrido.
¿Qué tipo de intimidaciones fueron, las denunció?
Fueron de diferentes personas, así como de agrupaciones; en algunos casos se pudieron identificar, en otros no. A los tres días de haber tomado el teatro tuve la primera amenaza. Desde que se inició el conflicto por las veladas me sentí más vulnerable, se dio otro tipo de acoso, temo por mi seguridad. Han sido por medio de anónimos, llamadas telefónicas, agresiones verbales y físicas, me han intentado golpear, me han perseguido; ya se han presentado las denuncias, pero llega un límite, es desgastante, a diario un conflicto. Es muy complejo. Esto demuestra que el trabajo que hemos hecho en el teatro ha molestado a personas y grupos. Ahora veo por mi bienestar y seguridad.
¿Existió presión de parte de las autoridades ediles?
Sin duda, no sentí apoyo en ningún momento. En un inicio, sentía que el respaldo de parte de la municipalidad era poco pero lo suficiente para resistir; sin embargo, ya no se dio luego de las recomendaciones de no utilizar el teatro para las veladas, se retiró el apoyo y se bloqueó el trabajo.
¿Qué hacen las autoridades municipales?
Nos vienen a controlar si estamos en el lugar de trabajo en horas hábiles, pero no vienen a las once de la noche o cuando trabajamos horas extra. A mí me han iniciado procesos administrativos, que me parece una falta de respeto. En la municipalidad hay mucha gente que no trabaja; hice un acta a un trabajador municipal que se presentó borracho y nunca se le siguió un proceso administrativo, en cambio a mi persona se ha iniciado un proceso; es una acción muy baja, se me dice una cosa y se hace otra, se dice que sigamos trabajando y luego se inicia un proceso; creo que es porque alcé la voz, pero mi trabajo en el teatro era para cuidarlo y eso se hizo, no voy a callar por coacciones y hostigamiento laboral, no tengo apoyo de nadie a nivel institucional, a nivel civil hay mucha gente que está apoyando.
La mayoría de quetzaltecos respaldan su gestión, las redes sociales lo manifiestan. ¿Reconsideraría su renuncia?
En este momento no, definitivamente no, porque no se cuenta con el apoyo institucional; hay compañeros que apoyan, no veo ningún interés de parte de autoridades para apoyar la gestión, no podría trabajar con esta corporación municipal. No hay respaldo de ningún integrante del Concejo, ninguno se ha manifestado, yo lo que deseaba era que el apoyo fuera para el teatro con acciones concretas.
¿Dejó hecho algún reglamento?
Desde hace dos años se hizo el reglamento, hace año y medio que esa normativa está en los correos de los concejales y ninguno de ellos ha hecho una sola observación al documento, ninguno se ha preocupado, esto es una pauta para saber que a ellos no les preocupa el teatro, nada más les preocupa para sus certámenes de belleza.
¿Habrá un antes y después de Vanesa Rivera?
Eso la gente lo dirá, lo que hicimos fue por amor al teatro y en los proyectos se dio lo mejor, se hicieron cosas pequeñas, lo más importante es tocar a las personas.
¿Cuáles son sus planes a futuro?
Afortunadamente, tengo buenas relaciones en muchos lugares. Ya tengo ofrecimientos de trabajo en el país y en el extranjero, pero me tomaré un tiempo para evaluar y redireccionar a dónde voy, seguiré trabajando por el arte y la cultura de Guatemala.
¿Qué mensaje le deja a la población?
Está en sus manos el teatro, de ustedes depende mantener este teatro vivo y debe mantenerse con arte, que sea usado para lo que fue creado y que se le asigne el presupuesto que necesita; que estén muy atentos, hay muchos que aman el teatro. Cuestionarnos si lo que se asigna a algunas actividades deja algo a la población o si estamos invirtiendo en eventos que dejan más violencia y divisionismo entre nosotros, cuando se debe invertir en encontrarnos, estar en paz y unidos como quetzaltecos. Pedirles a las nuevas autoridades proyectos de cultura.
¿Qué les dice a las actuales autoridades municipales?
Al actual Concejo Municipal le digo: que es penoso trabajar en querer afectar al otro y no trabajar juntos, si estamos en una misma institución; perder el tiempo en afectar a otra persona, eso no es honesto. Hay que invertir el tiempo en hacer cosas positivas para la población. Yo soy parte de la institución, soy parte de la municipalidad, que triste que quitaron su apoyo a ese espacio. Hay que reconocer que hicieron cosas positivas; antes eran Q8 mil de presupuesto anual y ahora Q110 mil, es un avance, no es suficiente, hay que invertir más en el arte, como la Escuela Municipal de Danza y las escuelas de formación artística, que estén a cargo de personas capaces, eso es muy importante. Ellos se comprometieron en hacer acciones que trajeran beneficio a la población, que no pierda el tiempo en cosas que no deben.
“Queda pintar el teatro; ya está el presupuesto, pero quién sabe cuántos años se va a tardar don Otto Juárez (de la Oficina del Centro Histórico) en dar el permiso”
REACCIONES
“Si ella fue objeto de amenazas, no estoy enterado; el lunes vino y le acepté la renuncia, no es ahora, (miércoles), todo puede seguir, se va a sacar la plaza a concurso, yo seguiré trabajando hasta el último día y eso es todo”, Luis Grijalva, alcalde.
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“Toda vez que decidí salirme del Teatro, mi mente quedó muy limpia, mi paz espiritual era lo más importante; mi paz mental era importante y no volví a enterarme del teatro, no sé qué está haciendo, no sé si va a dar marcha atrás”, Olga Moscoso, síndico segundo municipal.
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“Lastimosamente renunció, era un buen elemento, estaba defendiendo ese recinto, esperaría que reconsidere su renuncia, es lamentable que reciba amenazas, ella tiene el apoyo de la mayoría de gente”, Jorge García, presidente de la Cámara de Comercio, filial Xela.