Se cumplió de nuevo con la tradicional misa campal en el sector La Loma del Cementerio General Municipal de Quetzaltenango, en memoria del Día de los Fieles Difuntos que se conmemora hoy 2 de noviembre.
José Cancinos/LaPrensaDeOccidente.com.gt
El mensaje lo impartió el sacerdote Gilberto Méndez de la Parroquia Nuestra Señora de Soledad, El Calvario, que lo centró en la importancia de servirle al prójimo estando en vida.
“La misa que hoy celebramos hermanos en la memoria de nuestros fieles difuntos, recordarlos es pedir a Dios por su eterno descanso, no para arrepentirnos de lo que ni hicimos”, solicitó en reflexión el párroco.
Recomendó que por los que se puede hacer mucho es por los vivos, a los que se está llamado a perdonar y ayudar. “Si alguien tiene hambre, darle de comer; si alguien tienen sed, darle de beber; si hay algún forastero, hospedarlo; algún necesitado, ayudarlo; algún enfermo o encarcelado, visitarlo”, enlistó.
Concluyó su mensaje insistiendo en que la sensibilidad del corazón de cada persona siempre tiene que estar en los buenos propósitos. “Hacer que nuestro corazón sea más sensible, tiene que ser una de nuestras prioridades más importantes», demandó.
La eucaristía estuvo asistida por los visitantes al camposanto Altense, quienes escucharon la palabra de Dios de pie, sentados y otros en medio de las tumbas de los fieles difuntos.
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