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HEROES FRENTE AL CORONAVIRUS

Cada uno de los 478 trabajadores del hospital temporal Covid-19 de Quetzaltenango guarda historias y anécdotas de su experiencia en este centro asistencial. Muchos de ellos han estado desde que se atendió al primer paciente y decidieron hacerle frente al temor que generaba un enemigo invisible y desconocido para poder ayudar a la población.

José Racancoj/La Prensa de Occidente.

Fotos de David Pinto.

Desde que cumplió el primer año de funcionamiento, en abril pasado, el hospital temporal para pacientes positivos de coronavirus cuenta con un Libro de Oro, el cual quedará para la historia de Xela y de la humanidad; en este se registran las experiencias de cada colaborador que le ha hecho frente a la pandemia en primera línea, sus historias, tristezas, la lucha y los sinsabores del día a día. Y es que cada persona que labora en este centro asistencial tienen muchas cosas que contar porque esta enfermedad hasta hace unos 20 meses era desconocida para la humanidad, y por lo tanto, su experiencia es más valiosa.

El objetivo inicial de este reportaje era trasladar las anécdotas que estos héroes cuentan sobre lo que han enfrentado, muchas veces con limitaciones, contra un enemigo invisible y mortal, y las han plasmado en el Libro de Oro, que se encuentra en las instalaciones del Centro de Ferias y Mercadeo de Quetzaltenango (Cefemerq), en la zona 6 de Xela.

Helmut Stevez, director administrativo, compartió este libro y presentó a los colaboradores que hacen que este hospital funcione de la mejor manera posible. Desde médicos, personal de informática, de enfermería, administrativo, de cocina e intendencia, por mencionar a algunos. Ellos compartieron algunas de sus experiencias.


Glendy Maldonado:

“Se hace lo mejor que se puede con lo que se tiene”

La médico general Glendy Maldonado está cumpliendo siete meses de laborar en este hospital temporal. Para ella ha sido gratificante poder ayudar a las personas positivas de Covid-19, aunque reconoció que es difícil trabajar en un hospital estatal, pues a veces hay ciertos limitantes, manifestó que “se hace lo mejor que se puede con lo que se tiene”.

Maldonado, quien recién se graduó en diciembre pasado y este es su primer trabajo, recordó que los momentos más duros los vivió a inicio de año, pues vio morir a muchas personas, pese a tener los recursos y tras hacer lo posible por mantenerlos con vida. Sin embargo, le ha dado satisfacción ver pacientes recuperados después de permanecer internados hasta por tres meses.


Adonys Hidalgo:

“La gratitud de la gente no tiene precio”

Para el médico general Adonys Hidalgo este también es su primer trabajo, ya que recién se graduó en diciembre. Se unió al hospital hace un año, porque quería ayudar y veía que muchos médicos se negaban a laborar en este lugar. “En agosto del año pasado, venimos de emergencia, estaba todo muy saturado, era un médico como para 70 pacientes”, recordó.

Su mayor satisfacción ha sido la experiencia adquirida y el crecimiento académico y personal, “aprendí a ser más agradecido con lo que tengo”. Además refirió que lo más difícil ha sido ver morir a los pacientes pese a los esfuerzos; entre ellos, un adolescente de 15 años. Y a nivel personal, ha sido duro alejarse de su familia.


Patricia Schaefer:

“Al principio había mucho miedo”

La ingeniera Patricia Schaefer está al frente del departamento de Servicios Generales; tiene a su cargo el área operativa, de mantenimiento, vigilancia y cocina, entre otros.

Empezó a laborar en el hospital incluso antes de que comenzara a funcionar. “Nadie quería venir a trabajar, teníamos mucho miedo de contagiarnos. Recuerdo que una vez para cambiar una chapa se llamó a varias empresas y cuando les decíamos dónde era, nadie quería venir”, comentó Schaefer, quien calificó de valientes a los colaboradores de está área.

Schaefer añadió que el consumo de oxígeno por parte de los pacientes ha aumentado, hoy cuentan con un tanque de 6 mil galones, que incluso se tiene que llenar cada dos días.


Manuel de León Alvarado

“Ha sido difícil ver a las familias llorar”

Desde que comenzó a funcionar el hospital, Manuel de León Alvarado ha sido parte de este centro asistencial como jefe de Informática y del Centro de Comando, donde tiene a su cargo toda la comunicación, la red que maneja los datos de cada paciente y el control de las cámaras, que básicamente son los ojos del centro asistencial.

Para él, laborar en este lugar ha sido una experiencia inolvidable. Primero, porque justo hace un año contrajo el virus. “Yo no pensé que no iba a regresar a casa, pero salí adelante”, manifestó; y a eso se suma que ha visto morir bebés y pacientes pequeños, “ha sido difícil ver a las familias llorar”, agregó. Pero también se siente satisfecho por el trabajo que se ha realizado y lo que ha aprendido.


Adriana Cifuentes:

“Aportamos para ver de nuevo la sonrisa de los pacientes”

“Nos gusta servir a la patria, por eso Dios nos tiene aquí. Aportamos nuestro granito de arena para ver de nuevo la sonrisa de los pacientes”, comenta Adriana Cifuentes, supervisora del área de Intendencia del hospital temporal, en el que laboran 33 personas, y el cual es fundamental para el correcto funcionamiento del centro.

“Tenemos un buen equipo de intendencia, ellos no han salido infectados por tener los cuidados necesarios, aunque ya pasar un largo tiempo dentro (del área hospitalaria) es difícil”, reconoció. Para ella ha sido una experiencia dura, por ver morir a muchas personas; “hemos tenido familiares, vecinos, acá dentro, y verlos morir es muy difícil”, comentó.


Feliciano Racancoj:

“Nos hemos arriesgado, pero Dios nos ha protegido”

Feliciano Racancoj es jefe de Intendencia y laboró durante 27 años en el Hospital Regional de Occidente, hasta que fue trasladado al hospital temporal, donde ha sido el encargado de guiar a los trabajadores de esta área.

“Lo que hacemos, lo hacemos por los pacientes. Nos hemos arriesgado, pero Dios nos ha protegido”, señala Racancoj, quien hizo un llamado a la población a respetar las medidas.

Esta no es la primera vez que él enfrenta una crisis sanitaria como esta, pues recordó que afrontó la epidemia del cólera, a inicios de la década de los 90. “Uno se siente alegre cuando un paciente sale caminando, pues no es fácil estar en una camilla”, comentó.


Emilce Robles:

“Hemos tenido victorias y derrotas” 

Este año ha sido de contrastes en el hospital, con muchas victorias por los pacientes que han superado el virus, como el caso de uno que estuvo cuatro meses ventilado y se recuperó, pero también derrotas, con pacientes fallecidos, tal es el caso de un adolescente de 15 años, comenta Emilce Robles, coordinadora de médicos del hospital temporal, quien explicó que el hospital nunca se ha vaciado, lo que genera desgaste.

“Hemos tenido familias enteras y lo peor ha sido ver fallecer personas de la edad de uno, nos ha dolido”, señaló Robles, quien es madre de una bebé y también le ha sido difícil dejarla para ir a trabajar. La médico consideró que es satisfactorio el agradecimiento que expresan los pacientes recuperados.


Marvin Arnulfo Recinos:

“No han sido experiencias fáciles”

Aislarse de su mamá y evitar visitarla en Huehuetenango para no contagiarla, es parte de los sacrificios que ha hecho Marvin Arnulfo Recinos, licenciado en Enfermería y asistente de la subdirección de Enfermería, para laborar en el hospital temporal.  Él fue de los primeros en llegar a este centro asistencial, en donde fue reubicado, pues su puesto era enfermero profesional en el Hospital Regional de Occidente.

Recinos explicó que “no han sido experiencias fáciles, estar acá es muy triste, ver muchas familias desintegrarse, gente joven se está yendo. Es difícil no poder dar todo lo que quisiéramos para que los pacientes permanezcan con vida, pero es la voluntad de Dios”.


César Ixpartay Morales:

“Debemos ponernos en el lugar de los pacientes”

La limpieza y desinfección de cada área del hospital, tanto intensivos como encamamiento, es muy importante, es por ello que César Ixpartay Morales, quien labora en Intendencia, considera que este trabajo se debe realizar con responsabilidad, ética y empatía, pues “debemos ponernos en el lugar de los pacientes. Es como si fuese un familiar”, comentó.

Ixpartay tiene un año de laborar en el centro y explicó que muchas veces le tocó esperar toda la noche por ambulancias que trasladaban hasta 12 o 15 pacientes, para luego desinfectarlas. “Lo más triste es ver cuando una persona ve por última vez a su familiar fallecido y lo que puedo aportar son palabras de aliento”, afirmó.


Alexandra Escobedo:

“Fue duro cuando mis papás estuvieron acá”

Alexandra Escobedo es analista en Recursos Humanos y al principio ocupó el cargo de secretaria de Enfermería. Ver desintegrarse a las familias es una de las cosas más duras que le ha tocado ver, pero también lo fue cuando sus papás estuvieron internados en dicho centro asistencial.

“Mis papás, quienes padecen de otras enfermedades, se contagiaron y estuvieron aquí, a punto de morir, porque los atacó muy fuerte. Trabajar acá y no poder ayudarlos y abrazarlos fue muy duro”, recuerdó. En contraparte, Escobedo explicó que le llena de satisfacción haber podido ayudar a familias y amigos de personas internadas.


Stafany Peláez:

“Hay pocos momentos en la historia para ayudar, y este es uno”

La médico general Stafany Peláez, quien labora aquí desde hace un año y dos meses, refirió que ella decidió sumarse a esta lucha porque “es parte de la ideología, tengo papás que son muy activos y ayudan cuando se necesita”. A eso se suma que se graduó en Cuba, donde se les inculca que deben estar donde se les necesite. “Hay pocos momentos en la historia para ayudar y este es uno”, señala Peláez, quien valoró el apoyo de su familia.

Para ella, uno de los momentos más difíciles fue cuando ya no tenían insumos ni ventiladores para un paciente. “Me tocó estar a su lado cuando llamó a su familia y se despidió, hasta que falleció”. Y recordó como un milagro el caso de la niña que nació por cesárea.


Fabiola Juárez:

“La labor en la cocina es bonita, pero delicada”

Entre 90 y 110 platos se preparan cada día en la cocina del hospital temporal para los pacientes. Fabiola Juárez, auxiliar de cocina, hace parte de esta labor, la cual considera delicada. “Es una gran experiencia, siente uno que está aportando y ayudando al prójimo. El área de cocina es algo delicado porque tenemos que estar pendiente de las dietas de los pacientes para que no presenten otras complicaciones”, manifestó.

Previo a ser parte de Cocina, Juárez laboró en el área de Intendencia, con un contacto más cercano a los pacientes. “A veces los pacientes pedían ayuda, y ahí ya no hay delicadezas, sino que uno busca ayudar”, contó Juárez, quien tiene ocho meses de trabajar en este centro.


Alex Loarca:

“Sacrificamos el tiempo con la familia”

Desde el 23 de marzo del año pasado, Alex Loarca, director médico del hospital temporal, es parte de este centro asistencial. A lo largo de este tiempo ha sido testigo de la evolución del lugar, que ha llegado a atender a casi 3 mil pacientes. Para Loarca, uno de los principales sacrificios que se hace al pertenecer a este centro es la familia, de la cual se alejó al inicio para evitar contagios. Y aunque ahora existe un poco más de confianza, el trabajo sigue siendo demandante, “sacrificamos el tiempo con la familia”, señaló.

Loarca resaltó que se han recuperado cientos de pacientes que han estado críticos y señaló que es meritorio que ningún trabajador del hospital ha fallecido a causa de la Covid-19.


Helmuth Stevez:

“Nos hemos hecho más fuertes”

Con el paso de los meses, desde el lado personal “nos hemos hecho más fuertes, hemos aprendido, hemos crecido”, señaló el director administrativo del hospital Helmuth Stevez. Pero del lado epidemiológico la pandemia no ha cambiado, sino que esta peor, afirmó.

“Lamentamos cada vez que una persona nos deja, se han ido muchos conocidos, maestros, amigos y colegas. Gracias a Dios el personal de acá no se han enfermado de gravedad y nadie ha fallecido”, comentó. Stevez refirió que todos los colaboradores han hecho sacrificios, como alejarse de su familia o pasar menos tiempo con ella . “Yo he dejado de trabajar en mi vida profesional para dedicarme por completo al hospital”, señaló.

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