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El Espíritu de la Huelga de Dolores

La Huelga de Dolores es el movimiento estudiantil guatemalteco generado por la clase media urbana, personas de mayor escolaridad, gente universitaria e intelectuales, constituye el crisol universitario donde se funden todos los síntomas del malestar que arrastra la sociedad guatemalteca.

Daniel Matul Morales/laprensadeoccidente.com.gt

El carácter de movimiento estudiantil universitario obedece a sus atributos de visión de mundo y de vida, fundamentos políticos, motivación y organización, cohesión de movilización, filosofía y mística, fundamentos jurídicos incentivación colectiva, reivindicación de anhelos socio culturales, lucha por el respeto a los derechos humanos, civiles culturales y políticos.

Históricamente, surgió como respuesta estudiantil universitaria, al sistema autoritario y de fuerza implantado en Guatemala, desde la colonia, continuado en la República. Eran los tiempos del Gobierno dictatorial del licenciado Manuel Estrada Cabrera, desde entonces representa emergencia de conciencia social estudiantil universitaria, atraída por el éxito de su oposición a las dictaduras, la farsa de la independencia nacional y la dependencia del país a los intereses extranjeros.

Originalmente, fueron estudiantes de medicina quienes la organizaron para presionar a la dictadura, en sentido de obligarla a crear escuelas en todo el país e incorporar mejoras en la educación primaria, al tiempo de suministrar «Palo y Tunda» a los políticos de turno, criticando el sistema político nacional de manera jocosa y en lenguaje popular, ingeniosa forma de acompañamiento universitario a la tradición de lucha del pueblo de Guatemala por la igualdad y la justicia.

En la cultura, propiamente universitaria, la Huelga de Dolores se inscribe dentro de las grandes tradiciones que las universidades medievales y renacentistas iniciaron desde su fundación en Bolonia, Italia y Oxford en Inglaterra. Sucede que estas tradiciones transmitidas de generación, en generación, llegaron a las universidades de España, Salamanca y Sevilla hacia el siglo XII. Los universitarios medievales de España, cantaba en las tabernas la canción estudiantil universitaria «Gaudeamus Igitur» que se convertiría en himno consagratorio de las universidades europeas.

Con la fundación de las universidades Santo Tomás en México; San Agustín, República Dominicana; Chuquisaca, Bolivia; San Marcos, Lima, Perú y San Carlos Guatemala, las tradiciones Universitarias de Salamanca se introducen en la vida estudiantil universitaria de Guatemala. Resulta que la primera huelga estudiantil que registra la Universidad de San Carlos de Guatemala, se llevó a cabo tres años después de su fundación (1686.) en reclamo a las autoridades coloniales que no permitían el ingreso de estudiantes indígenas. Sin embargo, con propiedad la primera Huelga de Dolores se llevó a cabo el viernes 1 de abril de 1898, saliendo la luz pública el primer número del periódico estudiantil en broma y en serio: “NO NOS TIENTES”, inspiración de los estudiantes de medicina: Guillermo Salazar, Carlos Martínez, Luis Obregón, Francisco Asturias y Luis Gaitán.

En la discusión para nombrar el periódico, se propuso nominarle Cancro, amplio espectro de enfermedades de las plantas; otro estudiante sugirió que se le denominara cáncer en alusión a las enfermedades que transforman la célula normal en otra que se comporta de forma peligrosa para el cuerpo humano. Finalmente, Francisco Asturias propuso la frase Noli me tangere, «no me toques», que Jesucristo dijo a María Magdalena, después de la resurrección, la cual fue traducida libremente por el estudiante Carlos Martínez, quedando para siempre bautizado el periódico como: NO NOS TIENTES.

En 1921, estudiantes de Derecho y Medicina deseosos   de crear   un canto    universitario que animara al estudiantado, se reunieron para nombrar la comisión encargada de componerlo. La comisión estuvo integrada por: Alfredo Valle Calvo, José Luis Balcárcel, Miguel Ángel Asturias y David Vela. En la primera plática informal, Alfredo Valle Calvo improvisó el coro: Matasanos practicantes, del emplasto fabricantes… Luego convinieron reunirse en la Escuela de Derecho. En principio Alfredo Valle Calvo (el bolo) y David Vela (el gato), iniciaron el trabajo y bautizaron el canto en formación con el nombre CHALANA.

José Luis Balcarcel (el Choco Chiqui) y David Vela, iniciaron La Chalana tomando en cuenta el coro improvisado “Mata-sanos practicantes, del emplasto fabricantes, güisachines del lugar, estudiantes: en sonora carcajada prorrumpid. Ja. Ja. ., ambos escriben las tres primeras estrofas, Miguel Ángel Asturias, escribió la cuarta y última estrofa  que cerró el canto  de guerra estudiantil. La Copia de este himno le fue entregada al maestro José Castañeda, recién llegado del extranjero, quien lleno de entusiasmo y urgido por los estudiantes que deseaban estrenar la canción en la próxima huelga, comenzó a trabajar inmediatamente.

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Don Gabino Juárez, propietario y director de la marimba Ideal Club, interpretó por primera vez La Chalana y compartió las alegrías y las luchas estudiantiles que azotaban con bastante irreverencia a los políticos del día. En cuanto al emblema “La Chavela, fue creada en 1921 por el estudiante de medicina Hernán Martínez Sobral (El Pan), como símbolo ideal en un país donde hay tanta violencia. Lo cierto es la Huelga de Dolores, germinó para denunciar   y luchar en contra el Estado que desde su implantación colonial domina el espacio territorial y subyuga el pensamiento de sus habitantes.

En Quetzaltenango, la primera Huelga de Dolores se llevó a cabo el viernes de dolores, 23 de marzo del año 1923, por los estudiantes de la Escuela Facultativa de Ciencias Jurídicas y Políticas que funcionaba donde hoy se encuentra el Bufete Popular de la División de Ciencias Jurídicas del Centro Universitario de Occidente. Hoy se lleva a cabo en los diferentes centros universitarios de la Universidad de San Carlos de Guatemala, localizados en casi todo el país, aunque de una u otra manera se ha extraviado su fondo histórico de origen: lucha anti oligárquica, anti imperialista, por la democracia, y distribución justa de la tierra.

En rigor, el pensamiento de la Huelga de Dolores, hasta antes de su despolitización, siempre relacionó política, ciencia y ética, en llamamiento al cambio del orden impuesto, y a la instauración de la auténtica independencia nacional, contrario a lo que hoy en día sucede en cuanto a que lo que se privilegia es la llamada «talacha», el «poder» para el ejercicio del vandalismo, el abuso e intimidación, el escándalo y la juerga por la juerga. El distanciamiento con el pueblo no tiene parangón. Es inocultable el vacío ideológico y político, evidenciando la crisis de la cultura universitaria, el divorcio con el pueblo, su desvalorización alcanza profundidad casi irreversible.

Probablemente el diálogo universitario pueda permitir la edificación de nuevas formas de relación popular y estilos de socialización. Volver al contenido cultural-sociológico de la Huelga de Dolores, a su pensamiento político ideológico, a sus mitos, leyendas, símbolos y a todos los elementos de la tradición universitaria, pueden contribuir al deber y a la responsabilidad de la universidad nacional del siglo XXI.

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