Con 37 años de edad, el oriundo de San Benito, Petén, Mario César Castellanos Pinelo se ha convertido en el nuevo referente de un equipo que sufre por la carencia de efectividad en el área. Con cuatro anotaciones, el “Toro” es el goleador del equipo.
Por Stuardo Calderón/La Prensa de Occidente
Ni David Rugamas (1 gol), que era el elegido para asumir el rol de romperredes, por su amplio recorrido en el futbol internacional; ni Óscar Belinetz (1 gol), argentino y uno de los mejores pagados de la plantilla, han dado la talla que, hasta el momento, Castellanos, el veterano artillero ha brindado en la cancha.
Pensar que a inicios de año estaba en la “lista negra” de futbolistas que serían retirados para una supuesta renovación, hace pensar que el presente del equipo sería peor, ya que sus anotaciones han sido fundamentales para salvar puntos en varios partidos, el más cercano fue el del domingo pasado en Malacatán, donde su doblete sirvió para rescatar el empate 2-2.
A continuación, el “Toro” expone cómo ha sido el proceso de su carrera, qué le ha motivado y cuáles son las fortalezas y debilidades de un equipo que esta noche ante Cobán no debe cometer ningún error.
¿Cuándo obtuvo su primer balón? ¿A qué edad empezó a jugar?
No recuerdo bien la edad, pero estaba pequeño; mi padre me lo regaló. Empecé a practicar este deporte a los 7 años. A toda la familia le encanta el futbol; de hecho, mi papá aún tiene un equipo de veteranos. Él me empezó a entrenar.
¿Sus padres a qué se dedicaban?
Ambos eran maestros. Somos cuatro hijos, yo soy el mayor, de ahí están dos hermanos y una hermana.
¿Quién era su ídolo?
Ronaldo. Me gustaba su forma de definir, además de la forma de buscar espacios, desmarcarse y el peso que tenía en la cancha.
¿Cómo fue su formación futbolística?
En una academia que se llamaba Calinef, ahí empecé de niño. Integré una selección de Petén que competía en un torneo nacional, fuimos campeones y representamos a Guatemala a nivel internacional. Logramos salir a Cuba, México y Costa Rica, siendo campeones también en esos países.
En 2003 debuté con Aurora, de la mano de Julio Gómez, pero sufrí una lesión grave en el peroné, que me alejó casi un año. Regresé a San Benito, llegamos a una semifinal de Primera División contra Xinabajul, con el que firmé y al año logramos el ascenso a Liga Mayor (2008). Luego me fui a Heredia, donde estuve seis años; posteriormente estuve en Malacateco, San Marcos, Cobán y Xela.
El sobrenombre “Toro”, ¿De dónde surge?De eso se encargó la prensa (sonriendo). Surgió cuando yo era futbolista de Heredia.
Las fiestas nocturnas son un descuido; en el plano internacional muchos futbolistas lo padecen y acá no es la excepción. Usted, ¿Qué cuidados realiza para estar en forma?
Tarde o temprano todo cae por su propio peso. Los jugadores que se descuidan no van a rendir, el que se cuida rinde. Desgraciadamente, esto es un deporte de conjunto, no individual, todos deben caminar hacia el mismo lado. Es importantísimo el descanso, la alimentación y la disciplina, para lograrlo toca sacrificar muchas cosas, incluso a la familia.
Usted estaba en el listado de futbolistas que podrían abandonar el equipo en enero. ¿Qué opina al respecto?
Creo que todo cae en su momento. He trabajado y me he esforzado, siempre lo he dicho: voy a estar listo cuando me toque jugar, no importan los minutos que sean; a Dios gracias, la oportunidad se ha dado, todo va bien y espero que ganemos para poder disfrutar lo que aún no hemos podido hacer.
Según su experiencia, ¿qué les ha faltado a sus compañeros de ataque para mandar el balón al fondo de la red?
Hay que estar en sus pies para saber lo que piensan en esos momentos; algunos tienen más calma, son más precisos y no tan apurados, pero es parte de la personalidad de cada uno. En Xelajú hay presión día a día, el que no esté acostumbrado a jugar bajo presión, aquí no va rendir. Acá se exige, pero da cosas lindas, como el show que la afición nos brindó en las gradas en el partido de aniversario.
¿Qué detalles trabaja por diferenciado para mejorar su contundencia?
Todo es cuestión de práctica y perseverancia. A veces toca quedarse más tiempo y dar más en los entrenos, pero ahorita con el calendario tan apretado, es difícil hacerlo.