Por respeto a su afición, por orgullo propio y por amor a su profesión, los superchivos deben vencer hoy a Mixco y poner fin a una seguidilla de malos resultados que los tiene fuera de la liguilla.
Por Stuardo Calderón/La Prensa de Occidente
La derrota en Iztapa, por 1-3, ha generado un mar de dudas en el ambiente, la mayoría señala “la pobre actitud de un plantel de futbolistas que no tiene idea de lo que hace en el campo”.
Hoy, a las 20:00 horas, en el Mario Camposeco, tienen quizá la última oportunidad para reivindicarse y evitar que la dirigencia entre a escena y tome decisiones que puedan depurar al grupo y hacer cambios radicales.
El entrenador Walter Horacio González afirmó que el hecho de estar limitados por las suspensiones de Wilson Godoy, Álvaro García, Gonzalo Vivanco y Edward Santeliz, no justifica que los demás no den la talla, pues hay plantel para suplir esas ausencias.
Esta noche ante su afición, y ante un rival que viene con viejos conocidos como el entrenador Walter Claverí y los futbolistas Marco Pappa, entre otros, Xelajú tiene prohibido fallar.
“Nosotros mismos nos hemos complicado, pero también tenemos la capacidad para levantarnos y revertir estos números rojos”, manifestó el jugador Javier González.