En medio de un tiempo marcado por contrastes —celebraciones, luces y regalos, pero también dolor, ausencias y luchas personales— el mensaje de la Navidad vuelve a poner en el centro una palabra que, según líderes de fe, nunca pierde vigencia: esperanza. 
José Cancinos/ laprensadeoccidente.com.gt
Así lo expresó Vicente Martínez, pastor de la Iglesia Eben Ezer de Quetzaltenango, al compartir una reflexión navideña que invita a mirar más allá de lo material y a reenfocar el verdadero sentido de esta celebración cristiana.
“El mensaje que trajeron los ángeles fue un mensaje de buenas nuevas, un mensaje que es sinónimo de esperanza”, señaló Martínez, al recordar que el nacimiento de Jesucristo representa, ayer y hoy, una luz capaz de iluminar cualquier circunstancia de la vida.
Para el pastor, el cierre del año se convierte en un momento propicio para reflexionar y reconocer que Jesucristo sigue siendo esperanza, tal como lo fue hace más de dos mil años.
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Aunque la Navidad suele asociarse con regalos, convivios y tradiciones, Martínez enfatizó que el corazón de esta celebración radica en recordar la razón por la que Jesús vino al mundo. “Podríamos hablar de todo lo que conlleva la Navidad, pero el mensaje principal es que Jesucristo sigue siendo la esperanza de vida para todos los que creemos”, afirmó.
El pastor también abordó el debate histórico sobre la fecha exacta del nacimiento de Jesús y subrayó que, más allá de calendarios y fechas, lo verdaderamente importante es su significado.
“Celebramos que Jesucristo vino a este mundo con un propósito: salvarnos, redimirnos y ofrecernos el regalo más hermoso, el regalo de la salvación”, expresó, al compararlo con los obsequios que tradicionalmente se intercambian en diciembre.
Uno de los momentos más sensibles de su mensaje se enfocó en quienes viven situaciones de encierro, enfermedad o soledad.
Martínez recordó que muchas personas privadas de libertad cargan historias de dolor y pérdida de esperanza. Sin embargo, destacó que el mensaje cristiano habla de segundas oportunidades.

“Jesucristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Aunque existan consecuencias por nuestros actos, Dios sigue siendo un Dios de segundas oportunidades”, recalcó.
El llamado se extendió también a quienes viven atrapados en adicciones, problemas emocionales o circunstancias que parecen no tener salida. “No solo hablo de quienes están en cárceles, sino de todos aquellos que son presos de algo que no los deja avanzar. Jesucristo ofrece libertad y una nueva oportunidad”, sostuvo.
Desde los hospitales donde hay dolor
Desde una vivencia personal, el pastor recordó una Navidad vivida hace casi 21 años en un hospital. En ese momento acompañaba a su padre en un proceso difícil de salud.
“En un lugar donde parece no haber esperanza, donde hay dolor y aflicción, también existe una promesa: Dios está con nosotros”, relató. Con ello subrayó que, incluso en los escenarios más adversos, la presencia divina permanece.
Finalmente, su mensaje se dirigió a quienes pasarán estas fiestas en hospitales, asilos, orfanatos o en soledad. “Recuerden que no están solos. Emanuel significa ‘Dios con nosotros’. Y si Dios está con nosotros, ese es el mejor regalo que podemos recibir en esta Navidad”, concluyó.
En un contexto social complejo, este mensaje navideño invita a reencontrarse con la fe, la esperanza y la certeza de que, aun en medio de la oscuridad, la luz de la Navidad sigue encendida.


