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Luna de Xelajú, la ventana a un lugar que no existe aún

La  «Luna de Xelajú» sin temor a  equivocarme, se convirtió en una de las melodías más importantes del folclore latinoamericano, y lo voy a demostrar en esta escueta pero decidida opinión, espero justificarme en el entendimiento que tengo  como gestor cultural con un par de décadas de experiencia en esta ciudad que inspiró esta obra que rompe fronteras. Lo primero es conocer que el popular vals-canción fue compuesto según el relato oficial por el cantautor nacido en Huehuetenango,  Paco Pérez (1917-1951), algunos apuntan a que tomo la idea y letra orinal de otro personaje, pero no me centrare en eso en este momento.

Esta composición ganó el tercer lugar en un concurso de canto a nivel nacional en 1944, en el Teatro Capitol. Según algunas fuentes fue dedicada a Eugenia Cohen Alcahé, una dama de origen  judío del que Paco Pérez se enamoro siendo correspondido en un principio peo que luego le abandonó por presiones de la familia. Eugenia Cohen vivió en Quetzaltenango hasta el día de su muerte, y hoy en día descansa en el cementerio general de la ciudad. Para el lector que aún no lo sepa Xelajú es el nombre utilizado coloquialmente para referirse a la ciudad, y su origen viene del Quiché Xe lajuj que se traduce como lugar de los diez.

Entrando en materia se dice que la Luna de Xelajú es el segundo himno de Guatemala, y eso es única y exclusivamente por que un primer himno se sostiene sobre la oficialidad, y el protocolo, de lo contrario estoy seguro que  la Luna de Xelajú ha superado estéticamente y artísticamente lo oficial. Esta semana Gaby Moreno y Oscar Isaac volvieron a viralizar la melodía al interpretarla en el programa The Tonight Show de Jimmy Fallon. Pero debemos entender que no es la primera vez que pasa.

Durante las ultimas décadas la Luna de Xelajú ha sido interpretada por los grupos nacionales en su mayor momento de éxito, Malacates, Grupo Rana, Calos Peña, entre otros, pero lo mismo ha pasado con interpretes y grupos internacionales, como Placido Domingo, Ray Conniff,  los Tigres del Norte, Antonio Aguilar, y hoy en día se puede ir aún más lejos, tiktokers cantando la canción por ejemplo, en Ruso , demostrando todo ese potencial estético de esta enigmática melodía.

Ahora bien, sabiendo todo esto me pregunto, ¿Xela, Quetzaltenango, o Xelajú aprovecha su potencial? Las ciudades reconocidas como segundas de cada país tienen una gran oportunidad de destacar y ser líderes en algo. Eso de la  la segunda ciudad más importante de un país, no debe de ser un discurso que nos estanque y nos limite, para mi es la excusa de  capitalizar en nuestras  fortalezas y debilidades. De una postura en la que nos propongamos adelantarnos a nuestra  época, ser pioneras en la implementación de nuevas tecnologías, políticas y manifestaciones artísticas, promover  prácticas que pueden mejorar la calidad de vida de los habitantes y hacer que la ciudad sea más atractiva para los visitantes.

Por que hoy en día la Luna de Xelajú es una ventana a una ciudad que no existe, ni es una ciudad romance, ni parece que tengamos en tiempo de desarrollar los talentos, ni las expresiones artísticas, no es probable que volvamos a producir una Luna de Xelajú, ni ningún tipo de obra transcendental, no hablemos de innovación o tecnología, hoy Xelajú parece vivir un sueño frustrado, y quedar relegada no a una segunda ciudad, si no a una ciudad de segunda, y solo de nosotros depende el despertar, quiero que la Luna de Xelajú siga recorriendo el mundo, pero que al mismo tiempo sea una ventana a una ciudad orgullosa y digna, que da frutos constantemente, para el mundo pero principalmente para si misma.

 

Gestor y Productor Cultural, con veinte años de experiencia en la construcción y fortalecimiento de instituciones públicas con enfoque en el desarrollo integral, festivales artísticos, e investigación de modelos para mejoras en la experiencia del aprendizaje en el contextos socioculturales propios.

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