Cada año, más de mil comerciantes se aglomeran en el evento económico de la ciudad: Xelafer 2019, pues en inversiones y ganancias se mueven alrededor de Q100 millones, entre hoteles, sitios turísticos, transporte, venta de combustible, entretenimiento, gastronomía, y más, dato según el alcalde, Luis Grijalva. Sin embargo, también ganan los pequeños comerciantes, quienes invierten su trabajo de día y noche, a veces con solo tres o dos horas de descanso.
Por JJ Guzmán/Colaborador – Fotos David Pinto
Hace frío ya
Vender roscas es un negocio tradicional en Xelafer; por ejemplo, esta empresaria nunca deja pasar la oportunidad de dar pruebas de su receta para abrir el apetito.
Con la piel curtida
Un adulto mayor durante su primera noche como vendedor en Xelafer 2019, comentó que los días que más se vende están por venir, por lo tanto, también son los de más trabajo.
Ganándose la vida
Una mujer comparte el negocio con su hija. La pequeña, desde temprana edad aprenderá lo duro de la vida, como dormir en una galera, con el frío y la humedad de la lluvia; comer dulces cuando hace hambre y jugar en un espacio reducido.
Niñas de la feria
Esta familia pertenece a muchas de las emprendedoras en las que todos colaboran: desde abuelos hasta los nietos. Las recetas vienen desde la antigüedad.
El tatuador
En los últimos años, ha crecido la moda de los tatuajes temporales, sobre todo por su bajo costo. El talento del tatuador a veces es nato, pues improvisa hasta la iluminación cuando cae la noche.
La taquilla
Un colaborador de Play Land Park encargado de la taquilla observa al horizonte y ve cómo las familias comienzan a llegar a la feria.