El uso de los materiales originales y adecuados, así como las técnicas antiguas con que se construyeron las cúpulas, podrían retrasar la restauración aseguró el encargado de la obra.
Mirna Alvarado/LaPrensaDeOccidente
Carlos Fernando Huitz, encargado del proyecto dijo este jueves que los trabajos podrían llegar a tardar tres años, ya que deben hacerlo con especial cuidado pues no se trata de una reparación sino de de una reparación lo que quiere decir que deben quedar como nuevas.
“En septiembre pasado se iniciaron los trabajos de restauración en las dos cúpulas de Catedral con más daños, la intervención se realizará en fases que podrían tardar hasta tres años”, explicó Huitz.
El profesional refiere que la tardanza se debe a lo meticuloso que debe ser primero la extracción de la materia prima, el proceso que conlleva para que esté completamente lista para ser utilizada entre otros aspectos.
“El barro (en terrón) se trajo de Olintepeque, porque aquí (Quetzaltenango) no se consigue, es un material viscoso, que se debe moler hasta que esté completamente fino, debemos utilizar cal es viva o terrón y debe ser quemada, no podemos usar cal pre cocida”, afirma Huitz.
Todo el proceso debe ser registrado, ante las entidades correspondientes, considerando que tanto el Centro Histórico como el IDAEH, autorizaron los planos
La construcción de la Catedral Metrópoli de los Altos inició en 1889, cada año se completaba un área, su estilo neoclásico se mantiene en cada restauración y por eso las cúpulas no llevaran soportes de metal es decir hiero y alambre, así se respetará la originalidad.
Para culminar el proyecto de restauración son necesarios Q 4 millones, es de recordar que la comisión de liturgias junto a otras organizaciones eclesiásticas, lograron la recaudación de Q1 millón, los cuales únicamente servirán para la primera fase.
“El arzobispo tiene un aporte y creemos que con eso logramos completar lo que se necesita para los primeros trabajos, sin duda debemos implementar estrategias que nos permitan agenciarnos de más fondos para alcanzar lo que falta”, comentó Marco Tulio Zelada, presidente de la comisión de liturgias.