El destacado periodista Rodolfo Custodio presentó el libro: “El sello de los tiempos, vivencias de un periodista”, en el que expone su trayectoria y experiencia como periodista, locutor y presidente de la Comisión Permanente de Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango.
José Cancinos/laprensadeoccidente.com.gt
“El libro tiene dos propósitos: uno, narrar bajo la estilística del periodismo impreso lo que el protagonista (Rodolfo Custodio) sintió en determinado momento de su vida y, dos, dejarlo plasmado bajo el influjo de la tinta de imprenta en un libro para eternizar la palabra”, dice Custodio.
El libro está escrito en primera persona, sus vivencias como periodista, relatos históricos de la ciudad de Quetzaltenango y de los personajes que habitan aquí. Con 357 páginas, el libro empieza narrando desde que era niño cuando acompañaba a su papá, que tiene 62 años de haber fallecido, a la librería La Esfera, que era propiedad de su padre, que estuvo ubicada en la calle del Calvario y 14 avenida A, donde ahora se ubica la Sociedad de Beneficencia Española.
“Nací dentro de los libros. Nací dentro del hogar de un librero que había leído todos los libros que vendía en su librería, que era una librería clásica, y con él aprendí a tener valor por la amistad, porque a él lo frecuentaban una serie de personajes de Quetzaltenango que se reunían todas las tardes religiosamente a las 6 para charlar de política de aquellos años, cerca de 1950 cuando acababa de terminar la Segunda Guerra Mundial y ellos veían en mapas y en las esferas –mapamundi– cómo se había transformado Europa y Asia después de la guerra de los nazis y luego de la guerra de Corea”, relata Custodio.
Recordó que en aquellos tiempos las noticias llegaban lentamente. Por lo general las escuchaban de Europa a través de la BBC de Londres que transmitía en español durante toda la noche y durante el día a través de emisoras de México como la XEW -AM- y la Voz de los Estados Unidos de América -VOA-.
“Ellos comentaban las noticias, por las tardes compartían y veían en los mapas, que mi papá vendía en la librería, los avances y los desastres que la guerra provocó. Y después de eso tenían otra serie de charlas muy respetuosas. Era un grupo de amigos que no buscaban vicios, ni chismes, sino la prosperidad en todo sentido de la persona”, afirma.
Fue ahí donde empezó a conocer el valor de la amistad y aprender de los mayores que visitaban a su recordado progenitor todas las tardes, tras escuchar sus versadas charlas, le dejó conocimiento de geografía, historia y literatura que narrara en su libro.
En otra sección del libro se puede leer de las personas con quienes trabajó. “Por ejemplo, cuando me inicié como locutor en 1958 bajo la dirección de don José Ángel Illescas -Chepe Illescas-, que fue una persona muy apreciada por mí. Un señor que era muy estricto pero que tenía un gran corazón”, valoró.
En la TGD tuvo varios amigos locutores de la talla de Jorge Rolando Oliva, Carlos Estrada de León, Paco Trápaga, Basilio Hernández y otros compañeros con quienes empezó en la carrera en el micrófono.
En otra parte de “El Sello de Los Tiempos”, Custodio describe cuando fue locutor oficial de la Radio Nacional TGQ bajo la dirección de don Federico Salazar Valdés, hombre culto y celoso de las audiciones de la radioemisora.
El lector en el libro también encontrará anécdotas como por ejemplo de la época en que fue invadida Guatemala por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en 1954, que causó el derrocamiento del coronel Jacobo Árbenz Guzmán, Presidente Constitucional de la República.
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“Relatos que pocos conocen y que son muy destacados dentro de la sociedad guatemalteca y quetzalteca en general, porque le pongo el toque del “quetzaltequismo”. Cómo eran los lugares, quiénes eran las personas, de qué manera se escuchaba la radio”, enlistó.
Expuso que la radio en aquellos tiempos era el único medio que la hacía el rey de la comunicación. “Las personas tenían un aparato de radio en su casa, si bien les iba porque muchos no tenían, pero iban con amigos a escuchar los programas”.
El libro contiene además muy resaltado la vida de personajes que fueron muy incisivos en la vida de Quetzaltenango.
Su primera “criatura”
“El sello de los tiempos” es su primera “criatura”. Hace más de un año empezó a escribir el primer capítulo cuando se encontraba en la ciudad de México. De regreso a Quetzaltenango continuó y lo finalizó en mayo.
La última parte del libro, se encuentra los pasajes de su vida como presidente de la Comisión Permanente de Juegos Florales, resaltando algunas de sus columnas que en su vida activa de periodismo escribió y que pareciera que fueran escritas para estos tiempos.
“Con mi libro dejó para la posteridad algunos mensajes e historias que muchas personas podrán consultar. Algunos podrán recordar y los jóvenes hacer un parangón entre cómo se vivía en aquel tiempo y cómo se vive actualmente”, afirmó.
El libro de Rodolfo Custodio lo puede leer toda la familia. No tiene ningún tipo de inclinación religiosa ni política, no obstante, relata cómo era su religión de aquel tiempo y como en su casa vivían dos familias con dos religiones distintas, casi, en absoluta armonía. “Y eso, como dijo el doctor Daniel Matul, en su comentario que hizo en la presentación del libro, permite que las nuevas generaciones puedan tener un ejemplo para convivir en paz respetando las creencias de todos”, finalizó Custodio.
El nombre del libro
Empieza por 1946 y llega hasta la época actual. En esa línea de tiempo se deja un sello a través de la palabra escrita, por eso se llama “El Sello de Los tiempos”, porque están relatados varias épocas en un solo volumen en el que quedó impreso sobre papel como un documento.
Los ejemplares los está distribuyendo a un costo de Q150. interesados solicitarlo al teléfono 5482 -5672.