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Pedro Tirapiedras: “El día más importante de tu existencia fue el tu muerte”

Así escribe el cubano Silvio Rodríguez cuando le dedica una canción a un hombre de su barrio que elaboraba papalotes y tiraba piedras cuando pasaban las personas, el tema narra una situación similar a la de «Pedro» Racancoj, cuando falleció, en Xela, el pueblo lo lamentó.

José Racancoj/La Prensa de Occidente

Doce días han pasado desde el 7 de febrero, fecha en la que dejó de existir Julio Vicente Racancoj a causa de la Covid-19, más conocido como «Pedro Tirapiedras». Los últimos días de su vida, ya no se le vio por las calles como de costumbre, ya no pudo levantarse de la cama debido a su estado de salud.

Sus familiares dijeron que no pensaron en algún momento que se trataba del coronavirus, la enfermedad que causó su deceso en el Hospital Temporal Covid-19 de Xela.

De hecho, sus allegados llegaron a pensar que era inmune a la Covid debido a su condición y porque después de casi dos años de pandemia, no se había enfermado pese a que nunca usó mascarilla, no le gustaba usarla. Incluso, agentes policiales le regalaban mascarillas pero las dejaba tiradas.

Llega el virus

Orquídea Soto, familiar política de don Vicente Racancoj, contó que “Tirapiedras” un día comenzó a quejarse del estómago y de dolor de piernas, “pensamos que era un dolor leve de estómago y le dimos «agüitas», luego pastillas. Pero después ya no se pudo levantarse de la cama y empezó a requerir cuidados más especiales porque teníamos que cambiarlo, debido a que ya no podía ni caminar”, refirió.

Posteriormente, observaron complicaciones en su manera de respirar, por lo que decidieron buscar un médico. Sin embargo, muchos se negaron a atenderlo y otros pusieron como condición que les pagaran más de Q. 3 mil por la visita.

Finalmente pidieron apoyo a los medios de comunicación y se acercaron representantes del Cocode de El Calvario, quienes colaboraron para llevar un médico y adquirir una prueba de Covid-19, la cual dio positivo.

Tras ser llevado al Hospital Temporal, estuvo internado a partir de la noche del 2 de febrero. Pero don Julio Vicente murió temprano el 7 de febrero. “Los médicos nos estuvieron informando que estaba estable, luego le encontraron una infección en el pulmón, pensamos que era por fumar, porque le gustaba hacerlo. Finalmente nos llamaron a las 2 de la mañana para decirnos que había empeorado repentinamente, y a las 7:30 de la mañana falleció”, contó Soto. “Tal vez no lo van a creer pero él ha dejado su vacío en la casa, se siente”, puntualizó.

Vecinos del barrio El Calvario manifestaron su pesar por el deceso de Pedro, incluso colocaron un altar en el ingreso del Cementerio General.  Dalila Castro, coordinadora del Cocode de El Calvario, recordó que en los últimos días ellos brindaron apoyo a su familia.

“Tú contestabas piedras”

«Pedro Tirapiedras», de más de 85 años, tenía dos hermanos. En algún momento fue tejedor y aunque pasó la mayor parte de su vida deambulando por las calles altenses siempre regresaba a su hogar, en el barrio El Calvario, zona 1. “Nunca le cerramos las puertas”, acotó su familia.

“Algo malo le hicieron o le dieron de tomar”, esto fue lo que provocó que su vida cambiara, manifestaron familiares, quienes intentaron tratar su padecimiento,  pero no lo lograron. Esto ocurrió cuando casi cumplía los 18 años y estaba listo para tramitar su cédula de vecindad.

Acostumbraba echarse un chapuzón en la fuente de agua que está en el parque de la Escuela de Enfermeras, siempre se despertaba temprano, se ponía su abrigo e iba para la calle. No le hacía daño a nadie y si la gente lo trataba con amabilidad, «Pedro» respondía de igual manera.

En el paisaje de Xela


A igual que doña Gloria, la mujer que antiguamente enamoraba a los jóvenes en las calles y los querío abrazar y que le apodan “La cocha blanca”, «Pedro» formaba parte del imaginario quetzalteco, ese hombre sucio de cabello largo y barba, con su característica sonrisa que mostraba los dientes y que deambula casi desnudo, pues solamente un abrigo solía vestir.

La popularidad de «Pedro» fue tal que ha sido inmortalizado en pinturas, fotografías, videos, canciones y otras obras artísticas, e incluso hay un proyecto para hacer un monumento en tamaño real. El enigmático personaje será recordado por la población altense y por aquellas calles, esquinas y ventanas que lo veían día a día.

“Una noche el respeto bajó
y te puso bella corona
respeto de mortales
que muerto al fin te hizo persona
pobre del que pensó,
pobre de toda aquella gente
que el día más importante
de tu existencia
fue el de tu muerte”

Silvio Rodríguez -El papalote”

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