Roberto “Coty” Díaz Castillo y Rodolfo Chávez Lizano recibirán la Orden Caballero del Deporte Mario Camposeco.
José Racancoj/La Prensa de Occidente
El Club Xelajú MC presentó a las figuras que serán homenajeadas este año con la Orden Caballero del Deporte Mario Camposeco, en el marco del 82 aniversario de la institución.
Se trata de dos leyendas que consiguieron la Primera Luna para el Xelajú en 1962, al derrotar a Comunicaciones 3-2 en la capital, en el famoso partido del “Fue gol o no fue gol”.
Uno de ellos es Roberto «Coty» Díaz, referente del medio campo en ese Xelajú Campeón de Campeones, y el costarricense Rodolfo Chávez Lizano, goleador y quien es recordado por anotar los tres goles en aquel partido que definió el título del 62.
“Estamos orgullosos de que ellos, que fueron campeones con el Xelajú hace 62 años, estén con nosotros acá y los podamos homenajear”, comentó José Carlos López, presidente del club.
La entrega de la Orden se realizará el martes 20 de febrero a partir de las 19 horas, detalló López.
“Uno de los días más felices de mi vida”
La leyenda del medio campo, Coty Díaz, se mostró emocionado del homenaje que recibirá el próximo martes. “Es uno de los días más felices de mi vida, he pasado por problemas muy serios que me han partido el corazón, pero ahora me dan esta gran alegría”, comentó.
Agregó que la medalla que recibirá lo acompañará más allá de la muerte. “Esa medalla que se nos va a otorgar se va a ir en mi caja, esa sí me la llevo”, refirió.
Coty Díaz recordó algunas vivencias como jugador y explicó que en esa época ganaba Q15 al mes como futbolista.
“Aún soy superchivo”
Chávez Lizano, quien viajó desde Costa Rica para ser parte de este homenaje, comentó que llegó a querer mucho al Xelajú y aún sigue siendo superchivo.
“Por alguna razón siempre habló del Xelajú, le pregunto a mi hijo si podríamos ver sus juegos”, cuenta el campeón, quien asegura que tuvo dos equipos en su vida: el Deportivo Saprissa en Costa Rica y el Xelajú.
Al recordar el partido ante Comunicaciones, en el que anotó tres goles, comentó: “Yo metí los tres goles, pero los compañeros lucharon para que esos tres goles se hicieran. Recuerdo que una señora me mostró a un santo, San Martín de Porres, y ella me decía que
le pidiera por el gol, y se hicieron tres”.