Por orgullo y respeto a su afición, los Chivos deben salir hoy morir en la cancha para revertir el 0-2 del Pensativo y poner fin a 11 años sin poder ser campeón.

Los Chivos requieren de dos goles para enviar la serie final al alargue.

Redacción/La Prensa de Ocidente

 

Todo el trabajo de la temporada se pone en juego esta noche en el Mario Camposeco, donde se cierra un torneo en el que Xela finalizó tercero y mostró regularidad; pero, de no levantar la copa, todo eso se quedará en el olvido.

Amarini Villatoro debe cambiar la estrategia y hacer lo que no hizo el miércoles en Antigua, y en varios partidos del semestre: Salir a atacar al rival.

El equipo debe poner toda la carne al asador y tener excelsitud en defensa para corregir la plana y emparejar la serie, como mínimo.

“Faltan 90 minutos, vamos a luchar hasta el final”, aseguró el defensor Javier González.

Desde el miércoles se vendió más de la mitad de los casi 11 mil boletos que se dispusieron para el aforo de este compromiso que marcará la historia para el club, ya que de ganarlo levantarán su sexta luna, pero de caer, permitirá que Antigua les empate en el palmarés (5).

“La institución necesita a su afición hoy más que nunca, ningún título de Xelajú ha sido fácil, para ser campeón tendremos que sufrir”, dijo el presidente del club, José Carlos López.

El rival

Antigua llega a este compromiso como gran favorito, pues aparte de la ventaja de dos goles en el marcador, en cuartos de final dejaron fuera Municipal y en las semifinales, a Comunicaciones, los dos lideres de la fase de clasificación.

“El partido de ida se vio afectado por algunas decisiones arbitrales, pero tenemos que luchar contra eso, hoy, ante nuestra afición, nuestro compromiso es morir en el césped”, dijo el delantero Óscar Villa.

La gran duda para este compromiso es el atacante nacional Darwin Lom, que por lesión, se perdió el primer partido. Sin embargo, ante la necesidad de su olfato goleador, podría figurar en la convocatoria.

En Antigua, el equipo careció de más opciones en ataque para hacerle daño al rival.